Plan de “Crecimiento Sostenible” en Kraft acarrea eliminación de 6.000 puestos de trabajo en todo el mundo

Incluido en el sitio web de la UITA el 12-Feb-2004

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Cuando una compañía transnacional anuncia una nueva estrategia para el crecimiento, ésta generalmente implica una drástica reestructuración, el cierre o la venta de fábricas, así como la pérdida de puestos de trabajo.

El anuncio de Kraft del 27 de enero de su "plan para un crecimiento sostenible" no constituyó ninguna excepción. El "crecimiento" se vería acompañado a lo largo de los próximos tres años por un programa de reestructuración de costos que abarcaría la venta o clausura de 20 fábricas y la reducción de unos 6.000 puestos de trabajo, o sea el 6 por ciento del personal global de Kraft.

Fueron identificadas para su cierre dos pequeñas fábricas de queso en EE.UU. (en Canton, Nueva York y en Farmdale, Ohio), pero también se mencionó un tercer establecimiento ubicado ambiguamente en "Europa Central”.

En Hungría, EDOSZ – la federación de sindicatos de trabajadores de la alimentación, afiliada a la UITA – sospechó que ello se refería a las instalaciones elaboradoras de café y confituras de Kraft en Budapest. Sobre la base de las noticias periodísticas locales, EDOSZ y el comité de empresa de la fábrica ya habían reclamado la apertura de conversaciones con la compañía respecto al futuro de la fábrica y sus trabajadores/as.

El 28 de enero, Kraft confirmó que tenía la intención de cerrar la planta de Budapest para mayo del 2004, con un costo de más de 300 empleos. La producción sería transferida a Austria y Eslovaquia. El incumplimiento de Kraft en consultar a la organización sindical con antelación a su decisión y el insuficiente período de tres meses entre el anuncio de la clausura y la fecha programada para su puesta en ejecución representa una burla de su pretensión de ser un "Empleador Selecto".

EDOSZ, con el respaldo de EFFAT, el Comité de Empresa Europeo de Kraft y la UITA, está reclamando que la compañía negocie un plan para defender el lugar de trabajo y sus puestos, así como desarrollar un plan social de amplio alcance para todos los empleados que pudieran ser desplazados.

Mientras tanto, los/as empleados/as de Kraft en todas partes deben vivir con la incertidumbre de que sus puestos de trabajo podrían ser los próximos en ser recortados. La primera etapa comprenderá también a unos 500 empleos en las oficinas centrales corporativas de Kraft en EE.UU. La BCTGM ha expresado su preocupación respecto a que dos o tres de las ex plantas de Nabisco que representa en EE.UU. podrían estar incluidas en la lista corporativa de eliminación.

En noviembre del 2003, la gerencia local de la fábrica de Kraft en Herentals, Bélgica, efectuó una presentación al comité de la fábrica que fundamentaba cómo su producción podía ser trasladada económicamente a Polonia luego de su ingreso a la UE. Las tres organizaciones sindicales, que representan a los/as 340 empleados/as, reaccionaron el 8 de diciembre con una carta abierta a la dirección europea de Kraft reclamando garantías para el futuro del establecimiento de Herentals.

Éstos son apenas algunos ejemplos. Las próximas 17 fábricas a ser anunciadas podrían ser en casi cualquier parte del mundo. Kraft es una compañía global, tan sólo en segundo lugar después de Nestlé en tamaño entre las transnacionales de la alimentación. Sus negocios cubren el globo, con grandes mercados al exterior de América del Norte y Europa, en América Latina y Australia.

Anteriormente, Kraft Foods International y Kraft North America eran divisiones separadas bajo dos presidentes ejecutivos diferentes. En diciembre del 2003, fueron fusionadas bajo un único ejecutivo, Roger Deromedi. El 8 de enero, Deromedi anunció una vasta reforma de su estructura orgánica mundial con el fin de convertir a Kraft en una "Única Compañía" unificada. El anuncio del nuevo "plan para un crecimiento sostenible" puso el remate a esta estructura global de Kraft.

El ritmo acelerado de la transformación de Kraft en una entidad global más unificada ha sido dictado por móviles financieros. Cuando Philip Morris (actualmente Altria) decidió transferir el 16% de los activos de Kraft mediante un IPO en junio del 2001, prometió básicamente a sus accionistas un crecimiento anual del volumen de 3 al 4% y un incremento del 14 al 16% en sus utilidades en el correr de los próximos tres años. Pero el crecimiento se estancó en el 2003, en gran parte debido a la reducción de las ventas de sus líneas de productos estadounidenses (galletitas Oreo, pizzas congeladas). El precio de las acciones de Kraft cayó un 17% en el 2003. Varios ejecutivos clave de Kraft North America dejaron abruptamente la compañía; la co-presidenta ejecutiva Betsy Holden fue nombrada bajo Deromedi y la estructura autónoma norteamericana fue disuelta en la actual reorganización.

La iniciativa de reestructuración global de Kraft pretende imitar las promesas de Altria de un crecimiento redituable mediante la canalización de recursos desde la producción a la comercialización de marcas registradas. Esto es muy similar a lo que ya están haciendo a nivel global los principales competidores de Nestlé, Danone y Unilever. Estas compañías también describen sus programas empresariales de reestructuración como iniciativas para el desarrollo.

El desafío para las organizaciones sindicales que representan a los/as empleados/as de Kraft es vasto y progresivo. A diferencia de Nestlé, Unilever y Danone – donde existen ciertos antecedentes de cooperación y organización sindical mundial a través de la UITA – los sindicatos de Kraft no se han reunido internacionalmente para intercambiar información y desarrollar una estrategia. La dirigencia del Comité de Empresa Europeo de Kraft y de su organización sindical coordinadora NGG en los últimos años procuraron establecer relaciones con los sindicatos de Kraft en América del Norte. Ante la actual situación en Kraft, es imperativo establecer una presencia sindical global dentro de Kraft. La UITA ha decidido adoptar esta acción como una de sus prioridades.