Sindicato anuncia victoria en Coca-Cola Pakistán

Incluido en el sitio web de la UITA el 25-Jul-2005

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The Coca-Cola Company opera directamente las plantas embotelladoras en Pakistán. Los esfuerzos realizados para sindicalizar las plantas de Coke en Lahore, Faisalabad y Gujranwala han sido hasta ahora infructuosos debido a la enérgica resistencia de la empresa.

Sin embargo, el Sindicato de trabajadores de Coca-Cola en Rahimyar Khan, Provincia de Punjab fue establecido exitosamente mediante la combinación de decididos esfuerzos organizativos y el apoyo de la UITA y su Oficina de Extensión en Pakistán. En julio del 2000, la dirección local de la empresa apeló contra la certificación original del sindicato.

En octubre del 2001, la dirección local de la empresa despidió al presidente del sindicato Khalid Pervaiz, al tesorero sindical Mohammad Rafiq y al miembro del sindicato Ibaad Hussain por presunta instigación o intento de llevar a cabo una huelga ilegal. La así llamada “huelga” fue de hecho un breve retraso al comenzar, por la mañana, una de las líneas de embotellado, debido a insuficiencia de personal y a la excesiva dependencia puesta en los trabajadores ocasionales, ante lo cual la organización sindical había respondido prohibiendo la realización de horas extras.

Si un trabajador es despedido en Pakistán las empresas locales a menudo se apoyan en la lentitud del sistema judicial para debilitar la resistencia de los/as trabajadores/as y llevarlos a someterse por hambre. En este caso, los sindicalistas lucharon resueltamente contra los injustos despidos. El sindicato se sintió alentado cuando en junio del 2003 la apelación de la empresa contra la certificación sindical fue denegada por el Tribunal Laboral del Punjab, posibilitando la firma, tres meses después, de un convenio colectivo de dos años de duración.

En agosto del 2003, el Tribunal Laboral ordenó la reincorporación de Pervaiz con salarios y beneficios y, en julio del 2004, la Alta Corte del Punjab rechazó la apelación de la empresa. El Tribunal Laboral de Punjab emitió una sentencia final el 25 de setiembre del 2004, ordenando que Khalid Pervaiz fuera reincorporado al día siguiente.

Sin embargo, la dirección informó a Khalid Pervaiz que, si bien sería reincorporado oficialmente y se le pagarían los salarios, no se le autorizaría el ingreso a la planta. En este punto, el sindicato solicitó la asistencia de la UITA, la cual intervino ante Coca-Cola Atlanta para exigir que se le otorgara a Khalid Pervaiz la posibilidad de ingresar a la planta para que los miembros del sindicato tuvieran acceso a su presidente sindical electo cuando se encuentren en sus puestos de trabajo.

La UITA continuó planteando esta demanda en sus discusiones sobre derechos sindicales con Coca-Cola Company hasta enero del 2005 cuando se le autorizó el acceso a la planta al Compañero Khalid y se le pagaron todos los salarios con retroactividad, que alcanzaban hasta tres años de atraso.

Los casos de otros dos miembros del sindicato despedidos por el incidente también se abrieron camino a través del sistema judicial laboral. En noviembre del 2004 la Alta Corte falló que ellos también debían ser reincorporados. La empresa local emitió entonces avisos de despido de segundo orden sobre un asunto distinto, nulificando efectivamente, las órdenes de reincorporación, lo que significaba que todo el proceso de apelaciones debía comenzar otra vez. La UITA intervino nuevamente ante Coca-Cola Atlanta protestando contra esta vindicativa medida dilatoria.

El presidente sindical Khalid Pervaiz informó a la UITA que los Compañeros Ibaad y Rafiq fueron reincorporados el 16 de julio del 2005, prometiendo la empresa pagar beneficios con retroactividad y no llevar a cabo más impugnaciones judiciales. Pervaiz atribuye esta victoria final para el sindicato a la sostenida presión ejercida por la UITA sobre la Coca-Cola Company, que desalentó la utilización de otras dilaciones legales por parte de la empresa local.