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Sindicatos de Nestlé en Filipinas lanzan un nuevo reto contra la precarización desenfrenada

Incluido en el sitio web de la UITA el 13-Apr-2006

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El día 6 de abril del 2006, el Consejo de Sindicatos Filipinos de Nestlé (CFNU, por su sigla en inglés), afiliado a la UITA, elevó una solicitud por escrito a la Secretaria del Departamento de Trabajo y Empleo (DOLE, por su sigla en inglés), Patricia Sto. Tomás, requiriendo inspecciones gubernamentales en todos los lugares de trabajo de Nestlé en Filipinas, con la finalidad de evaluar el cumplimiento de las normas laborales y revelar violaciones pertinentes.

La iniciativa surgió a raíz del intento de la gerencia de la planta de Nestlé en Cagayán de Oro de presentar la encuesta relativa a la “Lista de control de auto-evaluación respecto al cumplimiento de las normas laborales” del Departamento de Trabajo y Empleo, sin efectuar una evaluación conjunta con el sindicato. Por el contrario, la gerencia solicitó al sindicato que simplemente firmara la encuesta de auto-evaluación ya completada. El sindicato se negó y entabló una reclamación, acusando a la gerencia de infringir los procedimientos bipartitos requeridos bajo los reglamentos dispuestos por DOLE para la evaluación del cumplimiento.

Una disposición clave de la encuesta relativa a la “Lista de control de auto-evaluación respecto al cumplimiento de las normas laborales” consiste en que todos los contratistas y subcontratistas deben ser entrevistados y presentar pruebas documentales de los registros de seguridad social, los aportes de seguridad social, los pagos de salarios, etc. Esto es algo que ninguno de los miembros del CFNU ha visto. Como resultado, ellos están ahora exigiendo que los inspectores de DOLE examinen estrictamente si los contratistas y subcontratistas de Nestlé están de hecho acatando el Código Laboral.

El Sindicato de Trabajadores de Nestlé de la Fábrica Cagayán de Oro (UNWCF, por su sigla en inglés), uno de los integrantes del Consejo de Sindicatos Filipinos de Nestlé, ha estado combatiendo la erosión del empleo permanente en la planta desde el año 2001, cuando solicitó al Departamento de Trabajo que investigara las contrataciones “exclusivas de mano de obra” por parte del socio envasador de Nestlé, COFIPAC. El sindicato invocó que COFIPAC no había sido contratado por Nestlé como una compañía envasadora de café para el envasado de los productos Nescafé, sino que estaba actuando como una agencia proveedora de trabajo. El equipo de inspección del Departamento de Trabajo determinó que la denuncia era cierta y que tres compañías -- COFIPAC, FEDCON y SCF General Manpower Services— estaban proporcionando a Nestlé contrataciones exclusivas de mano de obra. Nestlé alegó que dichas firmas eran terceros contratistas independientes, lo cual significa que deben tener su propia planta y equipos y no simplemente suministrar mano de obra. La investigación también descubrió que estaban fabricando los mismos productos que los/as empleados/as estables directamente contratados por Nestlé.

Sobre la base de estas conclusiones, el sindicato presentó una denuncia ante la Comisión Nacional de Relaciones Laborales, pero Nestlé respondió a las acusaciones recién en enero del 2005. En julio del 2005, el Árbitro en materia Laboral falló a favor de la compañía. El sindicato, que ha recolectado un enorme conjunto de pruebas que documentan las prácticas improcedentes de empleo de la compañía, se ha comprometido a proseguir el caso ante la Suprema Corte.

Nestlé continúa reorganizando sus operaciones a fin de maximizar la eliminación de los puestos de trabajo permanentes, logrando de tal manera el doble objetivo de recortar los costos, así como reducir los efectivos sindicales y el poder negociador. Con el pretexto de reglamentar el “empleo no estable” en todo el sistema de Nestlé, las nuevas directivas de la compañía redefinen las actividades "esenciales" y "no esenciales" para así explotar formas “legítimas” de tercerización y precarización.

En la planta Lipa de Nestlé en Filipinas, 137 cargos en 3 líneas de productos serán categorizados como “no esenciales”, una cifra equivalente al 49% de los 270 miembros sindicales que actualmente cuentan con cargos estables en la planta. Todas las funciones de envasado, como también ciertas clases de llenado y ensacado, serán clasificadas como “no esenciales” y serán tercerizadas a agencias de colocación de mano de obra y a socios envasadores.

Según el CFNU, que se está organizando para combatir estos cambios, "¡Nestlé gana miles de millones con sus marcas y su comercialización, pero ahora afirma que el envasado no es una parte esencial de sus negocios!"