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La UITA y COLSIBA se reúnen con Chiquita – Revisión del acuerdo y temas pendientes de fecha 10 y 11 de mayo

Incluido en el sitio web de la UITA el 28-Jun-2006

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Cinco años después de la suscripción del señero acuerdo entre la UITA/COLSIBA y Chiquita Brands, altos representantes de la UITA, COLSIBA y Chiquita se congregan en Cincinnati los días 10 y 11 de mayo para examinar el impacto conjunto de dicho acuerdo. La UITA y COLSIBA también habían presentado una serie de temas pendientes que aún permanecen sin resolver entre la compañía y la UITA/COLSIBA.

COLSIBA y la UITA destacaron algunos éxitos positivos logrados durante el tiempo que el acuerdo ha estado en vigor y que se derivaron directamente de éste. Subrayaron asimismo la importancia del abierto reconocimiento tanto de la UITA como de COLSIBA por parte de la principal dirección corporativa de Chiquita y, como resultado, de las gerencias en todas las operaciones de Chiquita. Las conversaciones "en la mesa de negociaciones" han brindado a la UITA y a COLSIBA una oportunidad cabal para resolver situaciones que frecuentemente fueron difíciles y, como tal, el proceso íntegro fue motivo de complacencia por parte del Coordinador de COLSIBA, Germán Zepeda, y del secretario general de la UITA, Ron Oswald. "Si bien Chiquita todavía adoptará decisiones con las cuales nosotros y nuestros miembros tendrán problemas y se opondrán justamente a ellas, nosotros y COLSIBA hemos sido capaces de resolver exitosamente en favor de nuestros miembros una serie de asuntos resultantes de dichas decisiones", comentó Oswald. "También hemos percibido que, en un número de casos, nuestros efectivos han utilizado el acuerdo para aumentar su afiliación sindical en la compañía y en sus proveedores".

Quizás el éxito más significativo en materia de miembros fue la sindicalización de cerca de 5.000 nuevos efectivos en Colombia, tras la firma del acuerdo y una serie de convenios de negociación colectiva en vigencia allí como resultado. Se han conquistado, asimismo como consecuencia del acuerdo, nuevos miembros en Honduras, donde se creó y consolidó una organización sindical en una serie de explotaciones agrícolas.

Sin embargo, estos ejemplos positivos de sindicalización han sido amenazados desde entonces por ciertos acontecimientos.

En Colombia, la decisión de Chiquita de vender su división colombiana probablemente hubiera determinado, con anterioridad al acuerdo UITA/COLSIBA/Chiquita, la destrucción del sindicato por parte de los productores locales que hubieran adquirido las operaciones vendidas por Chiquita. No obstante, en 2004 la UITA, COLSIBA y la organización sindical colombiana SINTRAINAGRO negociaron un acuerdo precursor, mediante el cual Chiquita garantizó que los nuevos propietarios respetarían el único convenio colectivo que existía y no adoptarían acción alguna para atacar la afiliación sindical en esas operaciones. A la fecha, ese acuerdo se ha mantenido, y a pesar de la conmoción producida por la venta de las operaciones de Chiquita en Colombia (su mayor fuerza de trabajo nacional sindicalizada en ese momento), se mantienen en vigor los convenios colectivos y la afiliación sindical en todos los ex establecimientos de Chiquita.

En Honduras, una grave inundación en el año 2005 condujo al abandono por parte de Chiquita de las explotaciones agrícolas donde se había logrado anteriormente una nueva sindicalización. Tras difíciles períodos de negociaciones, que fueron complementados por negociaciones directas dentro del marco del acuerdo UITA/COLSIBA/Chiquita, se obtuvo un pacto inicial respecto a que sería necesario que los nuevos propietarios que rehabilitaran las plantaciones inundadas aceptaran una cláusula sobre derechos sindicales en cualquier contrato que Chiquita pudiera firmar para comprar banano de esas explotaciones agrícolas en el futuro. Si bien ésta no es una garantía férrea, este pacto demuestra una vez más el valor que representa para nuestros efectivos la clase de negociaciones posibles con la compañía como corolario del reconocimiento alcanzado tanto por la UITA como COLSIBA por parte de Chiquita.

En Guatemala, nuevamente se han logrado avances en la solución de conflictos significativos, mediante pactos emanados del proceso de compromiso en la mesa de negociaciones garantizado por el acuerdo UITA/COLSIBA/Chiquita.

Aún en Costa Rica, donde los problemas de baja sindicalización abruman al sector del banano y a muchos otros sectores en un país donde los derechos sindicales son sistemáticamente constreñidos por el sistema dominante "Solidarismo" (un tipo de "sindicalismo amarillo"), la compañía ha entablado reuniones con sindicatos que representan una proporción muy pequeña de los/as trabajadores/as de Chiquita y de sus proveedores. El diálogo ha sustituido una abierta confrontación y represión, habiendo la compañía en principio acordado permanecer neutral y brindar acceso a los/as trabajadores/as para un esfuerzo piloto de sindicalización en una serie de plantaciones de Chiquita.

"Conjuntamente, estos ejemplos constituyen una significativa reseña de éxitos", señaló Oswald. "No hemos conseguido todo lo que queríamos; hemos enfrentado una compañía que inevitablemente continuará adoptando decisiones duras y exprimiendo a nuestros miembros en nombre de la productividad y la disminución de los costos. Sin embargo, mediante este proceso hemos demostrado que realmente podemos defender los intereses de nuestros miembros y concretamente en esta mesa de negociaciones internacionales. Y, al hacerlo, observamos que ellos conquistan su participación de los beneficios, los cuales, de otra manera, con frecuencia favorecerían exclusivamente a la compañía y sus accionistas. Ésta ha sido y continuará siendo una ardua labor y sin duda enfrentaremos muchos más desafíos. No obstante, tanto COLSIBA como la UITA, al concluir nuestra reunión con Chiquita, expresamos la firme opinión que esta inversión se ha traducido en beneficios definidos y reales para los/as trabajadores/as del banano en Chiquita y en sus proveedores."

En el encuentro preparatorio UITA/COLSIBA y en su evaluación de la reunión de dos días de duración con la compañía, Oswald y Zepeda enfatizaron a la vez la diferencia que la UITA y COLSIBA experimentan en el comportamiento social de Chiquita y de otras compañías bananeras.

La reunión concluyó con una serie de acuerdos concretos. Éstos comprendieron el respaldo de COLSIBA, la UITA y la gerencia empresarial de Chiquita en favor de las negociaciones constructivas que se habían iniciado tras las inundaciones en Honduras y los daños en varias plantaciones; un acuerdo en principio para un proyecto piloto de organización sindical en Costa Rica, como también el continuo apoyo por parte del más alto nivel de la dirección de Chiquita para las negociaciones locales en curso en Guatemala.

Asimismo, el encuentro convino que un próximo Comité de Revisión en pleno se efectuaría relativamente pronto e incluiría propuestas para renegociar y fortalecer el contenido del acuerdo regional.

A continuación de esta última reunión con Chiquita, Oswald añadió: "Existe un contraste de gran envergadura entre esta clase de negociaciones a veces duras pero reales con los sindicatos, a todos los niveles en la mesa de negociaciones dentro de Chiquita, y la retórica vacía de otras grandes compañías internacionales bananeras. Nunca nos dejaremos impresionar por las reputaciones empresariales protegidas exclusivamente por atuendos compuestos por iniciativas de RSE. Ya sean valiosas por sí mismas o no, dichas iniciativas no constituyen un sustituto para el compromiso pleno con los sindicatos que de hecho representan a los/as trabajadores/as del banano. Dichas organizaciones sindicales tendrían aún mayor importancia si no fuera por la actual represión de los derechos de los trabajadores a lo largo de muchas de las crecientes actividades bananeras de dichas compañías en América Central y más lejos".