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UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo


Trabajadores de Smithfield logran sus reclamaciones cuando el paro laboral detiene la producción en la planta Tar Heel

Incluido en el sitio web de la UITA el 29-Nov-2006

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Varios cientos de trabajadores/as, principalmente inmigrantes, participaron en un paro espontáneo entre el 16 y el 17 de noviembre que detuvo la producción en la mayor planta procesadora de carne de cerdo del mundo. Smithfield Foods, trasnacional del sector carne, que se ha opuesto ferozmente a la sindicalización de la planta ubicada en Tar Heel, Carolina del Norte, es su propietaria. Los trabajadores/as reanudaron sus labores el 18 de noviembre, luego que Smithfield aceptara por primera vez en su historia reunirse con un grupo de representantes laborales electos y negociar las reclamaciones de los empleados.

Cuando la empresa se negó a tratar con el United Food and Commercial Workers Union (UFCW) – el sindicato que representa a 13.500 empleados/as de Smithfield en EE.UU. y Canadá – los representantes de la Iglesia Católica presentaron a sus abogados y brindaron mediación. Los grupos religiosos son miembros fundamentales de la Campaña por Justicia en Smithfield , una coalición de organizaciones de inmigrantes, derechos civiles, laborales y grupos de estudiantes que están apoyando la lucha de los trabajadores de Tar Heel por reconocimiento sindical.

La protesta se desencadenó por el desacuerdo entre trabajadores y empresa debido a la inapropiada utilización que hacía Smithfield de la información de seguridad social para cesar ilegalmente a los empleados/as. En otras operaciones Smithfield, donde los trabajadores/as están representados por la UFCW, los convenios colectivos prevén un proceso sistemático y constructivo para que los trabajadores y empleadores resuelvan sus problemas. Los asalariados de Tar Heel han estado luchando por obtener la protección de un acuerdo negociado durante más de una década.

La compañía reconoció que había malinterpretado la ley y aceptó las reclamaciones de los trabajadores/as, incluso una extensión de tiempo para compensar las supuestas irregularidades en las cifras de la seguridad social de los empleados, la recontratación de los trabajadores injustamente cesados y el compromiso de no tomar represalias contra aquellos que participaron en el paro.

La planta emplea 5.500 trabajadores y procesa 32.000 cerdos por día a la velocidad de un cerdo cada 3 o 4 segundos, cuya consecuencia es una muy elevada incidencia de lesiones incapacitantes. Los despidos que provocaron el paro fueron, simplemente, el más reciente episodio de una historia de condiciones laborales inhumanas, peligrosas y degradantes que los trabajadores de Smithfield Tar Heel han soportado por más de una década.

La Comisión Nacional de Relaciones Laborales (la agencia federal responsable de supervisar las relaciones laborales en EE.UU.) descubrió que Smithfield utiliza, ilegalmente y con el fin de amedrentar a los trabajadores/as, amenazas de arresto por parte de las autoridades federales de inmigración, intimidaciones, amenazas de despido y violencia contra los empleados durante las campañas de elección sindical. Un informe del 2004 realizado por el Human Rights Watch (Guardián de los Derechos Humanos) denunció la existencia de condiciones inaceptables de salud y seguridad en la planta, así como la práctica de denegar compensación y atención médica a los trabajadores/as en caso de accidente.

La huelga coincidió con un período de máximo activismo en la planta y ocurrió algunos meses después del lanzamiento de la Campaña por Justicia en Smithfield. "Lo que se necesita es una solución permanente a sus problemas, la cual sólo puede ser la representación sindical en la planta y un convenio colectivo negociado", dice Gene Bruskin, Director de la Campaña Smithfield de UFCW.

Este primer triunfo en Smithfield Tar Heel demuestra que la acción colectiva funciona. Si bien los trabajadores/as despedidos eran mayoritariamente inmigrantes hispánicos, sus colegas blancos y negros apoyaron el paro. Los trabajadores/as distribuyeron volantes al tiempo que explicaban sus reclamaciones. La Campaña por Justicia en Smithfield generó un amplio apoyo en EE.UU. y a nivel internacional.

El 26 de julio, la lucha de los trabajadores de Tar Heel se hizo eco en todas las operaciones Smithfield de Polonia, Francia y España, donde los trabajadores/as europeos y sus sindicatos celebraron un Día de Acción Sindical Internacional en solidaridad con sus colegas de Tar Heel. En Europa, esta medida estuvo coordinada por la UITA.

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Si bien se ganó una batalla, la lucha de los trabajadores/as de Tar Heel para organizarse y negociar con la dirección de Smithfield continúa. Su resultado es crítico para el creciente número de trabajadores/as de Smithfield en el mundo.

Smithfield es la mayor productora de carne porcina del mundo y se encuentra en el quinto lugar en la producción de carne bovina en los Estados Unidos, y está surgiendo como uno de los actores clave para la consolidación de la industria envasadora de carne a nivel mundial. Con ventas de USD 11.000 millones en el 2005, actualmente la compañía está racionalizando sus operaciones nacionales e internacionales, así como, invirtiendo en nuevas joint ventures, adquisiciones y plantas totalmente nuevas.

En EE.UU., Smithfield está cerrando varias plantas de pequeño y mediano porte cuya producción está siendo transferida parcialmente a Tar Heel o a la nueva planta de jamones cocidos, de USD 100 millones, en Kinson, Carolina del Norte, la cual emplea a 300 trabajadores/as desde que abrió el 2 de noviembre. El pasado mes de agosto, Smithfield compró la división carnes marca ConAgra Foods y adquirió el sector de pavos Butterball convirtiéndose así en el cuarto mayor productor de pavos de EE.UU.

Sólo un mes antes, Smithfield había adquirido la división europea de carnes de Sara Lee por $ 575 millones en una joint venture del 50% con la empresa de capital privado Oaktree Capital, introduciendo 6.000 trabajadores/as distribuidos entre Bélgica, Francia, Holanda, RU, Portugal e Italia. Carnes Sara Lee fue agregada a las operaciones francesas de Smithfield "Jean Caby" y ambas adquisiciones funcionan bajo el nombre común "Groupe Smithfield".

Actualmente, Smithfield intenta expandirse en Europa Oriental, donde ya posee amplias instalaciones en Polonia (Animex, Morliny) y en Rumania (Comtim, Agrotorvis) y procura lograr una integración vertical. La compañía pretende ascender por la cadena del valor agregado de sus productos manufacturados en países occidentales, pasando de productos crudos y semi-procesados, a carnes preparadas frías (fiambres), comidas prontas y productos comestibles preparados/fiambrería (delicatessen) para absorber márgenes de ganancia adicional. A la inversa, Smithfield considera a Europa Oriental como una oportunidad para lograr abundante suelo y mano de obra barata, grandes mercados locales y una plataforma de acceso al mercado común de la UE. Polonia y Rumania ya producen para la exportación a mercados en expansión de Smithfield que incluyen Japón y Corea. La compañía está cabildeando activamente ante el gobierno chino para que abra su mercado a la importación de carnes. Smithfield también posee joint ventures en México, Brasil y China.

A pesar de su creciente presencia en la UE, hasta la fecha Smithfield no ha respondido a las repetidas reclamaciones de los sindicatos europeos para negociar un Comité de Empresa Europeo, como lo requiere la legislación europea.