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UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo


Las Naciones Unidas reconocen pero tropiezan respecto a los riesgos de la nanotecnología para la salud y el medio ambiente

Incluido en el sitio web de la UITA el 20-Feb-2007

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Rápidamente se están introduciendo en los sectores de producción de la UITA, así como en otros sectores, productos que contienen nanopartículas desarrolladas artificialmente, lo que implica la incorporación, a través de las mismas, de potenciales amenazas a la salud y seguridad de los trabajadores/as y del medio ambiente. Cientos de productos que contienen nano-materiales ya están en los anaqueles de los supermercados, encontrándose desde alimentos, cosméticos, productos de cuidado personal, ropas y equipos electrónicos para el consumidor, a artículos deportivos, neumáticos y electrodomésticos. También están invadiendo los lugares de trabajo, de norte a sur, desde el establecimiento agrícola a la fábrica y al centro de distribución.

Se desconoce el número preciso de productos disponibles a nivel comercial, porque no existen requisitos de etiquetado y ni siquiera se ha llegado a un acuerdo acerca de los criterios para los mismos. Algunos productos anuncian orgullosamente en sus etiquetas sus genealogías o componentes nanotecnológicos, en tanto otros fabricantes mantienen un discreto silencio acerca de los ingredientes y procesos de producción. Lo que es cierto es que la nanotecnología se está convirtiendo rápidamente en una parte de la vida y el trabajo, independientemente de donde vivimos o para quién trabajamos.

PNUMA, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en su Anuario 2007 sobre Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (www.unep.org/geo/yearbook) expresa que "La nanotecnología ya no está lejana ‘en el horizonte'. Se ha convertido velozmente en una faceta de la vida cotidiana". El informe llama la atención sobre los riesgos potencialmente graves para la salud y el medio ambiente generados por la nueva tecnología, señalando que "Los nanoproductos disponibles en el presente entraron al mercado con un limitado debate público y con una reducida supervisión reglamentaria que esté específicamente dirigida a sus noveles características. La investigación y el desarrollo actuales procuran explorar rápidamente las nuevas aplicaciones de la nanotecnología". Es en el área de las propuestas de las políticas para hacer frente a estos peligros donde tropieza el informe. Se necesita un examen más estricto.

¿Qué es la nanotecnología?

La nanotecnología manipula materiales naturales y sintéticos a escala atómica y molecular. Abarca todos los procesos que implican medición, manipulación y fabricación a nivel de entre 1 y 100 nanómetros, siendo un nanómetro equivalente a una mil millonésima parte del metro. Un sólo cabello humano tiene aproximadamente 80.000 nanómetros de espesor, brindándonos una idea de la escala en que opera la nanotecnología.

Las herramientas y procesos nanotecnológicos virtualmente se pueden aplicar a todos los artículos manufacturados en todos los sectores de industria. Las aplicaciones comerciales son, por lo tanto, potencialmente ilimitadas. La ingeniería y la construcción a este nivel posibilitan, por ejemplo, la fabricación de ingredientes de tamaño nanométrico para incorporar a los productos alimentarios a fin de extender el tiempo de vigencia o servir como sensores para rastrear los movimientos de los productos a miles de kilómetros de distancia. BASF fabrica carotenoides sintéticos a escala nanoscópica (el compuesto que aparece naturalmente en las zanahorias y los tomates, brindándoles su color característico) para que los fabricantes de alimentos los utilicen en jugos de fruta y margarinas. Ahora se comercializan plaguicidas que contienen nanopartículas diseñadas para hacer que el productos químico se adhiera mejor a las plantas que están siendo tratadas.

Las empresas sueñan con hacer dinero en un mercado que, según algunos cálculos, puede alcanzar USD 2,6 billones antes del año 2014. Gobiernos y más de 1.300 compañías en 76 industrias de todo el mundo invirtieron USD 10.000 millones en nanotecnología R&D el año pasado. El tema de importancia para trabajadores y sindicatos es que la nanotecnología ya dejó el laboratorio de investigaciones e ingresó en los lugares de trabajo - y ningún gobierno del mundo ha puesto en vigencia normas obligatorias para regular la tecnología

La alimentación y la agricultura son áreas particularmente atractivas para la aplicación comercial de la nanotecnología. Cálculos aproximados del mercado potencial para la nanotecnia en el sector alimentación y procesamiento de alimentos se extenderá de USD 6.000 millones a más de 20.000 millones antes del 2010. Compañías agroalimentarias mundiales están invirtiendo fuertemente en nanotecnología R&D, tanto en forma interna como a través de estructuras privadas/públicas que vinculan a instituciones de investigación, empresariales, privadas y públicas.

Docenas de alimentos de base nanotecnológica, envasado de alimentos y suplementos dietéticos ya se comercializan a nivel de mercado, incluidos conservadores de aceite, anilinas para alimentos y "alimentos funcionales" que proporcionan supuestos beneficios sanitarios y cosméticos. Un aditivo comercial típico no declarado en las etiquetas es "Oilfresh", fabricado y vendido a los procesadores de alimentos en EE.UU. El producto está fabricado con partículas de zeolita encapsulada, de 20 nanómetros de espesor que se insertan en el aceite para freír a fin de prolongar la vida útil del producto.

El mayor potencial inmediato para la nanotecnología comercial en el sector alimentación se encuentra en el envasado de alimentos, utilizando nanoproductos desarrollados para promover su vida útil (por ejemplo, la largamente buscada botella de cerveza de plástico), inhibir la exposición al oxígeno, dióxido de carbono y la humedad, detectar agentes patógenos o rastrear productos en todo el ciclo de distribución.

Los agroquímicos son otro mercado con enorme potencial de crecimiento. Las patentes y las solicitudes de patentes revelan que muchas de las principales compañías agroquímicas del mundo están realizando investigaciones sobre nuevas formulaciones de plaguicidas nano escalares. Syngenta, la mayor empresa de agroquímicos del mundo, ya está vendiendo productos químicos que contienen nanopartículas, con los que los miembros de la UITA ciertamente estarán en contacto. Estos productos incluyen el regulador de crecimiento para plantas Primo MAXX y el fungicida Banner MAXX. Empresas de otros sectores están investigando activamente la utilización de nanotecnología en el ganado, la avicultura, acuicultura y tratamiento del suelo.

Los trabajadores/as de laboratorios, agrícolas, de procesamiento de alimentos, del transporte y el comercio, así como los de hotelería, restaurantes y catering se encuentran en la línea de fuego en cuanto a exposición a las nanopartículas artificialmente desarrolladas. Sin embargo, en la actualidad no existe método conocido para limitar, controlar o siquiera medir la exposición humana a los nanomateriales y procedimientos dentro o fuera del lugar de trabajo.

¿Cuáles son los riesgos?

A pesar del hecho que cientos de productos ya están en el mercado, la toxicidad de las nanopartículas artificialmente diseñadas es desconocida en gran medida y no ha sido investigada. Lo que se sabe de cierto es que las partículas reducidas a nivel nano escalar abarcan un área de contacto mayor, que las puede hacer más reactivas a nivel químico. Una sustancia que puede ser inerte a micro o macro escala puede asumir características peligrosas a nano escala. Las nanopartículas como tal, en virtud de su tamaño contienen, por lo tanto, un mayor potencial tóxico.

Las nanopartículas pueden ser inhaladas, ingeridas o pasar a través de la piel. Una vez en la corriente sanguínea, las nanopartículas pueden seguir de largo ante los tradicionales guardianes del sistema inmune del organismo como la barrera hemato-encefálica.

En el año 2004, el Ejecutivo de salud y seguridad del RU (HSE) realizó un estudio acerca del impacto potencial sobre la salud de la nanotecnología y concluyó que: "actualmente se sabe muy poco acerca de cuan peligrosos son los nanomateriales o de qué manera debemos proteger a los trabajadores/as en las correspondientes industrias. La investigación realizada en los últimos años ha demostrado que las partículas de diámetro nanoscópico son más tóxicas que las de mayor tamaño a nivel masivo. La combinación de estructuras únicas del tamaño de micro partículas y de propiedades físicas y químicas únicas sugiere que es necesario tener mucho cuidado para asegurar la adecuada protección de los trabajadores/as cuando se están fabricando o utilizando nanomateriales". Reconociendo los riesgos potenciales de la exposición en los lugares de trabajo, el informe recomendaba entre otras medidas de seguridad: El total encierro de las áreas de trabajo que involucran nanotecnología, sistemas de ventilación general y local para las áreas de trabajo, reducción de los períodos de exposición, utilización de "adecuado" equipo de protección personal y limpieza regular de las superficies. El mismo informe, sin embargo, concedía que estas medidas probablemente demostrarían ser completamente ineficaces como consecuencia de la nano escala y de las propiedades únicas de las partículas.

Un informe de julio de 2004 de la Royal Society y la Royal Academy of Engineering del RU declaraba que: "No hay virtualmente información alguna disponible acerca del efecto de las nanopartículas sobre otras especies salvo los humanos, o de cómo se comportan en el aire, en el agua o los suelos, o de su capacidad para acumularse en las cadenas alimentarias", concluyendo que "la liberación de nanopartículas debería limitarse debido a los potenciales efectos sobre el medio ambiente y la salud humana". Sin embargo, el apuro por desarrollar y explotar comercialmente plaguicidas de base nanotécnica, fertilizantes y productos para el tratamiento del agua y de la tierra coloca a los trabajadores/as agrícolas en la posición de agentes para su liberación en el aire, agua y suelos y la cadena alimentaria, además de exponerlos directamente.

Desde la elaboración de estos informes se ha producido una avalancha de nuevas patentes y procesos. Sin embargo, la presión de la industria ha asegurado que no se desarrolle ni se implemente estructura reglamentaria alguna de protección contra la liberación de nanopartículas en el lugar de trabajo y en el medio ambiente en general. Las instituciones de reglamentación a nivel nacional y regional continúan optando por la auto regulación industrial, a pesar de la creciente evidencia de riesgos tóxicos. Por ejemplo, en agosto de 2006 se reveló que la United States Environmental Protection Agency (organismo de protección ambiental de Estados Unidos) autorizó la aplicación comercial de quince productos químicos nanoformulados al tiempo que sostenía el principio de confidencialidad comercial, lo que significa que la composición de estas sustancias, su aplicación comercial y la identidad de los fabricantes ¡no puede ser revelada!. El organismo de normas alimentarias del RU identificó importantes carencias en la legislación de la UE para la reglamentación de la nanotecnología en la producción y envasado de alimentos, sin embargo continúa manteniendo que la autorregulación voluntaria es suficiente para proteger a los trabajadores/as y al público en general.

Algunos sindicatos comenzaron a poner de relieve los riesgos y a exigir una reglamentación más estricta o hasta una moratoria a la nanotecnología comercial, pero deberá hacerse mucho más para garantizar que los trabajadores/as y el público estén adecuadamente protegidos. Por ejemplo, la central nacional australiana ACTU presentó testimonio el año pasado ante el Parlamento sobre los riesgos de salud y seguridad laboral de la nanotecnología. Una conveniente revisión de los recursos, en idioma ingles, sobre la nanotecnología como problema del lugar de trabajo puede encontrarse en la revista web de salud y seguridad sindical Hazards en

http://www.hazards.org/nanotech/safety.htm


Una excelente publicación titulada "La Invasión Invisible del Campo: El Impacto de las Tecnologías Nanoscópicas en la Alimentación y la Agricultura" se encuentra disponible en español e inglés gracias al Grupo ETC, una ONG con la cual la UITA ha trabajado con efectividad en el pasado (muy recientemente en la oposición al intento de Syngenta de patentar el proceso por el cual las plantas florecen):

http://www.etcgroup.org/upload/publication/80/01/etc_dotfarm2004.pdf

Emprender la Acción

Un activo cabildeo entre las compañías, instituciones de investigación y especialistas en comercialización está promoviendo agresivamente los supuestos beneficios sanitarios y ambientales de la nanotecnología. No debemos olvidar que el asbesto, un producto que anualmente mata a 100.000 personas y que la OIT calcula que eventualmente matará 10 millones, fue vendido originalmente como un producto que salvaría vidas. No es exagerado considerar a las nanopartículas artificialmente diseñadas como un superasbesto, con todo lo que implica en cuanto a la inmediata implementación de las necesarias medidas que reglamenten la protección de la salud de los trabajadores/as y del público.

El informe del PNUMA, aunque se hace eco sin reservas de muchas de las afirmaciones del nano-cabildeo respecto a los supuestos beneficios de la tecnología, desempeña por cierto un papel útil al advertir por lo menos los riesgos ambientales y señalar el vacío reglamentario. No obstante, la única disposición que ofrece consiste en exhortar a "Los gobiernos y organizaciones internacionales [a] trabajar conjuntamente con los científicos y el sector privado para establecer normas científicas y éticamente sólidas en cuanto a los riesgos de los nuevos productos basados en la nanotecnología, así como para promover las mejores prácticas". Esta fórmula tenue es una clásica receta para la inacción. ¿Qué divisiones gubernamentales? ¿Trabajar con cuáles científicos? ¿Puede considerarse a los científicos, a los gobiernos y al sector privado como entidades concretas cuando las finanzas corporativas dominan progresivamente la agenda de la investigación y las instituciones donde se lleva a cabo? ¿Pueden las "mejores prácticas" (¿conforme a qué criterios?) sustituir a la reglamentación legal? Quizás si hay una sola lección a extraer de los tóxicos homicidas aprobados "científicamente" que han invadido los lugares de trabajo, justamente constituye que la protección de la salud y la seguridad del trabajador/a y del público requiere la intervención activa de los trabajadores/as y de sus organizaciones sindicales para el monitoreo y el control de los materiales y de los procesos de producción con los que trabajan. El voluntarismo no funciona.

En este contexto, es crucial que los sindicatos a nivel internacional comiencen a reunir información relevante, en forma sistemática, sobre la actual o posible exposición de sus miembros a aquellos materiales nanoescalares en el lugar de trabajo. Se debe presionar inmediatamente a los gobiernos para que pongan en ejecución medidas obligatorias que protejan la salud y la seguridad de los trabajadores/as y del público de las consecuencias de la emisión no reglamentada de los nanoproductos comerciales en el medio ambiente. Asimismo, las organizaciones sindicales y de la sociedad civil deben impulsar a los gobiernos nacionales y a los organismos internacionales para que reaccionen ante los riesgos que ahora el PNUMA ha reconocido y exigir su participación formal en la elaboración de un marco reglamentario mundial para hacer frente al peligro.

Las incidencias y los riesgos de la nanotecnología comercial figuran en el orden del día del 25º Congreso de la UITA, que se celebrará en Ginebra del 19 al 22 de marzo. Sobre la base del principio cautelar, los delegados/as debatirán la necesidad de una moratoria mundial para la introducción de partículas y procesos nanotecnológicos en la producción comercial, hasta el momento en que las amenazas potenciales a la seguridad puedan ser adecuadamente medidas y evaluadas.