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UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo


La UITA exhorta a la acción urgente mundial contra el diacetil, un ingrediente tóxico saborizante de alimentos

Incluido en el sitio web de la UITA el 07-Nov-2007

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La UITA está reclamando a las autoridades gubernamentales reguladoras de todo el mundo que adopten acciones urgentes con el propósito de controlar el uso del producto químico saborizante de alimentos diacetil. Utilizado como un ingrediente en los sabores artificiales de mantequillas, se ha demostrado que el diacetil ha causado enfermedades graves e incluso fatales a los trabajadores/as expuestos al mismo en el proceso de fabricación. Las pruebas han vinculado al diacetil con la dañina dolencia pulmonar, bronchiolitis obliterans, que ahora se conoce ampliamente en EE.UU. como "pulmón de los trabajadores/as de las rosetas de maíz".

Si bien los últimos estudios en EE.UU. se han centrado en su impacto sobre los trabajadores/as empleados en la fabricación de rosetas de maíz para microondas, también se utiliza extensamente en alimentos congelados y entremeses, confitería, comidas precocinadas, productos lácteos, preparados comerciales para hornear y otros alimentos elaborados. Raras veces se identifica al diacetil como un ingrediente específico en los productos alimenticios, ocultándose entre otros productos químicos bajo el distintivo genérico de "sabor artificial". Debido a la insuficiencia de los requisitos en materia de reglamentación y etiquetado, no se conoce la magnitud completa de la exposición de los trabajadores/as involucrados en la fabricación de alimentos en EE.UU. y a lo largo del mundo.

En la Unión Europea, la UITA ha descubierto un alarmante perfil de complacencia y rechazo de responsabilidades frente a esta peligrosa amenaza a la salud de los trabajadores/as. Las entidades reguladoras, de seguridad y de comercio abordadas por la UITA han reconocido el extenso uso del diacetil en la elaboración de alimentos pero no brindaron detalles respecto a dónde y cómo se emplea el producto químico, a la extensión de la población expuesta o todo otro pormenor referido a la vigilancia de la salud o a la investigación de la exposición al diacetil como un problema en los lugares de trabajo en la UE.

Las autoridades competentes en salud y seguridad ocupacional en EE.UU. han estado al tanto por más de cinco años respecto a que incluso los períodos breves de exposición al diacetil pueden inducir bronchiolitis obliterans, una discapacidad pulmonar progresiva que es irreversible y fatal. La medida de protección más común –las máscaras de papel– no proporcionan resguardo contra los efectos de la inhalación del diacetil.

Desde el año 2000, el Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH, por su sigla en inglés) de EE.UU. ha recopilado pruebas que vinculan la exposición al diacetil en la fabricación de alimentos con la dañina enfermedad pulmonar en los trabajadores/as. Dado que la agencia federal (OSHA) responsable de traducir estos hallazgos en medidas concretas se ha resistido a adoptar acciones reglamentarias, las organizaciones sindicales y los defensores de la salud ocupacional y pública han ejercido presión en favor de la acción política. El 26 de setiembre de este año, la Cámara de Representantes estadounidense adoptó un proyecto de ley, el cual (si es aprobado como ley) requeriría que OSHA fije límites obligatorios de exposición al diacetil y reglamente los procedimientos de exposición, de controles y de vigilancia.

La atención de los medios de comunicación, la amenaza de la acción legislativa a nivel nacional y en California, así como un creciente número de juicios exitosos en nombre de los trabajadores/as perjudicados, han estimulado el anuncio por parte de ciertos grandes productores de alimentos en EE.UU. de una gradual eliminación del diacetil en sus saborizantes de mantequillas y su reemplazo por otros ingredientes (no especificados). Una excepción destacada la constituye Kraft, la segunda compañía de alimentos en el mundo. En medio de la batalla legislativa en torno al diacetil, Kraft anunció su nuevo sabor de "Manteca Tostada Dorada", el cual aduce aporta bajas calorías y una enorme gama de aplicaciones potenciales. La Manteca Tostada Dorada contiene diacetil. "Para algunos compradores, el diacetil no es un problema, para otros lo es", declaró Kraft. La Asociación de Fabricantes de Sabores y Extractos de EE.UU., la asociación nacional de la industria de sabores de EE.UU., apoyó el proyecto de ley parlamentario que exige normas obligatorias por parte de OSHA.

Parece que a las autoridades sanitarias y reguladoras de la UE no les afectan las pruebas acumuladas respecto a la toxicidad del diacetil establecida en EE.UU. Actualmente, la Comisión Europea no proyecta examinar la seguridad del producto, habiendo manifestado solamente que no figura en la lista prioritaria de sustancias a ser inspeccionadas. En el presente, las Directivas de la UE sobre Seguridad y Salud Ocupacional no establecen límites de exposición al diacetil, el cual nunca ha sido evaluado respecto a su inhalación y a otras formas de exposición durante el proceso de fabricación. La legislación de la UE acerca de los saborizantes alimenticios no especifica niveles de utilización, ni define categorías de alimentos con permiso para contener saborizantes. En respuesta a una solicitud de información de la UITA, la Asociación Europea de Sabores y Fragancias (EFFA, por su sigla en inglés) solamente confirmó que el diacetil se fabrica en la UE, EE.UU., Sudáfrica y China, pudiendo encontrarse naturalmente y también ser manufacturado. La organización no estuvo dispuesta a divulgar los nombres o emplazamientos de los fabricantes específicos o las marcas de los productos que contienen el saborizante.

Algunos fabricantes europeos de alimentos han reaccionado al progresivo llamado en pro de acción, introduciendo normas propias “de seguridad". No obstante, los actuales conocimientos y prácticas no permiten el establecimiento de niveles seguros de exposición, si es que existen, ni indican qué técnicas se requieren para la manipulación y el uso inmunes del diacetil. Bajo estas circunstancias, todo discurso sobre la exposición aceptable, las prácticas seguras y la "auto-regulación" de la industria constituye un engaño peligroso.

No se debe admitir que trabajador/a alguno manipule una sustancia vinculada a una enfermedad profesional debilitante y potencialmente mortal. En ausencia de una evaluación exhaustiva del riesgo para todos los trabajadores potencialmente afectados por la exposición al diacetil, simplemente no hay forma de determinar si la experiencia de EE.UU. está siendo reproducida en otros lugares.

Por consiguiente, a la luz de esta amenaza para la salud y las vidas de los trabajadores/as, la UITA está exhortando a sus afiliadas, al movimiento laboral en general y a las organizaciones médicas y de atención de la salud que se ocupan de la salud y seguridad de los trabajadores/as para que reclamen acciones inmediatas por parte de las entidades reguladoras de la salud y la seguridad a nivel nacional y supranacional.

Se debe colocar a la disposición pública y ser de fácil acceso toda la información existente relativa a los productos y las marcas que utilizan diacetil en la elaboración de alimentos. Las organizaciones sindicales de los trabajadores de la alimentación deben intervenir oficialmente como socios activos en un programa de investigación de amplio alcance acerca de los riesgos asociados con la exposición al diacetil en los lugares de trabajo donde se elaboran alimentos, incluyendo la investigación directa en las instalaciones a fin de supervisar la posible exposición, la evaluación de los métodos de producción, la evaluación de las medidas de protección y la vigilancia médica rigurosa de todos los trabajadores que experimentan riesgos potenciales. La evaluación del riesgo debe abarcar una valoración a fin de determinar si la sustancia podría ser eliminada completamente y, de ser necesario, sustituida por alternativas más seguras. El actual estado de los conocimientos garantiza una suspensión inmediata en el uso del diacetil, en espera de una evaluación detallada acerca de sus riesgos en los lugares de trabajo.