IUF logo; clicking here returns you to the home page.
UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo


UITA en OIT reclama regulación social del comercio, inversión para combatir crisis de precios de alimentos

Incluido en el sitio web de la UITA el 19-Jun-2008

Comparte este artículo con otras personas interesadas



Como parte de la Conferencia Internacional de Trabajo de este año, que ofreció el primer debate en 20 años sobre temas de empleo rural, la OIT convocó el 11 de junio a un "Panel de Alto Nivel sobre crisis alimentaria, producción, inversión y trabajo decente”. Pakalitha B. Mosisili, Primer Mnistro de Lesotho; Phil O’Reilly, Jefe Ejecutivo, de Business New Zealand, en nombre de los Empleadores; Secretario General de la UITA Ron Oswald, por el Grupo de los Trabajadores: Lennart Båge, Presidente del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola; y el Director General de la OIT, Juan Somavia tomaron parte en la discusión.

Oswald comenzó observando el fracaso de la reciente Conferencia de Alto Nivel de la FAO sobre Seguridad Alimentaria Mundial en abordar la naturaleza fundamental de la crisis, porque la Conferencia limitó su análisis a la rápida escalada de los precios de los alimentos en los últimos tres años. "Sin embargo, esta es sólo una manifestación de una persistente crisis, de más largo plazo, la cual priva al derecho a alimentos adecuados a más de 800 millones de personas, inclusive a aquellos/as que trabajan en la agricultura", Oswald dijo a la OIT.

"Un sistema que rutinariamente condena a más de 800 millones de personas al hambre y la desnutrición se halla en una crisis permanente. Desde la óptica del derecho internacional sobre derechos humanos –el cual establece el derecho universal de todo ser humano a una nutrición adecuada y asequible, así como la obligación de los gobiernos de asegurar que dicho derecho sea defendido y cumplido– el sistema va más allá de un fracaso. Constituye un delito. Entre las primeras víctimas de esta violación en gran escala del derecho a la alimentación, se encuentran cerca de 500 millones de mujeres y hombres que contribuyen a producir los alimentos de los cuales todos dependemos: los asalariados/as agrícolas."

"Si bien existe una urgente necesidad de detener el alza de los precios, permítanme preguntar la razón por la cual no hay propuestas oficiales para elevar los ingresos de los trabajadores/as rurales, a efectos de compensar la pérdida del poder adquisitivo y la reducción de la ingesta de calorías. ¿Por qué millones de trabajadores/as rurales se hundieron en el hambre y la pobreza en tanto que los precios de los productos básicos agrícolas cayeron constantemente, como sucedió en los años 90. Tenemos que preguntar el motivo por el cual los precios minoristas, a manera de ejemplo, del café, del té o del azúcar se mantuvieron estables o incluso aumentaron, durante más de una década, mientras que los precios de estos artículos en los mercados mundiales sufrían una prolongada caída libre. ¿Por qué, durante estos años, se incrementaron las utilidades de los procesadores y comerciantes trasnacionales, junto con su poder de compra y de comercialización, mientras que los salarios de los trabajadores/as del café, del té y del azúcar se estancaron o descendieron, en ocasiones drásticamente?”


Oswald enfrentó la opinión de que la rápida conclusión de las negociaciones de la Ronda Doha de la OMC ofrecía una solución al presente, preguntando "¿Dónde está la interrelación entre los precios de los productos básicos, los precios minoristas, los salarios y el poder adquisitivo que la OMC nos aseguró sería el fruto del comercio liberalizado mediante la "óptima utilización de los recursos? La dependencia de los volátiles precios mundiales de los productos básicos ha lanzado a poblaciones enteras al borde de la inanición",

"Los precios de las mercaderías por sí mismos, dijo, "no nos dicen nada acerca de la capacidad de los trabajadores agrícolas del mundo o de los pobres del medio urbano, para alimentarse. Los temas clave son la vulnerabilidad, la volatilidad y la extracción del valor a lo largo de la cadena alimentaria.

Destacando el papel inflacionario clave que tienen la concentración empresarial a lo largo de la cadena de suministros y el impacto del rápido flujo de inversiones en los mercados de productos básicos, Oswald declaró "El eslabón perdido entre la inversión, la producción y el trabajo decente –el título de este panel– reside en la regulación social. No obstante, los muchos miles de millones o incluso billones de dineros que se vierten en la agricultura, esta inversión falla en generar trabajo decente y fracasa en fomentar el derecho a los alimentos. En cambio, lo que presenciamos es más inestabilidad y, consecuentemente, más vulnerabilidad. Se requiere una regulación social en los niveles nacionales y subnacionales –incluyendo la puesta en vigor de las normas de la OIT– con el propósitos de asegurar que esos flujos de capital se canalicen hacia el trabajo decente, la mitigación de la pobreza y la seguridad alimentaria sustentable. Los gobiernos deben tener y ser capaces de ejercer el derecho a poder proteger los alimentos y a los trabajadores/as de la alimentación."

"Es por este motivo que la OIT debe desempeñar un papel central en la labor de coordinación entre los organismos de la ONU referida a la seguridad alimentaria."

El texto completo de la presentación de la UITA se encuentra disponible (en formato pdf) aquí.