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UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo


Nestlé cierra despiadadamente una fábrica en la República Dominicana

Incluido en el sitio web de la UITA el 16-Sep-2008

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Los trabajadores/as que llegaban para su turno matutino a la planta de helados de Nestlé en Santo Domingo el día 19 de junio encontraron su fábrica rodeada de guardias de seguridad, agentes de policía y ambulancias y paramédicos. Fueron reunidos en manada en el parque de estacionamiento, donde se les anunció que la fábrica estaba siendo clausurada con efecto inmediato. A continuación, se les entregaron sus cheques de compensación por despido.

Mientras esto sucedía, un dirigente sindical dominicano, quien por casualidad estaba en la Secretaría de Trabajo, descubrió por pura coincidencia que Nestlé estaba a punto de clausurar una planta, desacatando completamente las disposiciones jurídicas y los convenios obligatorios. Sin embargo, era demasiado tarde para actuar.

Los trabajadores/as quedaron atónitos ante la acción de Nestlé de traer agentes uniformados, ambulancias y paramédicos, en tanto que el personal de recursos humanos, dirigido por la Directora de RR.HH. Ana Isabel, les dejaba muy en claro que no tenían otro recurso que aceptar el pago.

La planta clausurada, el sindicato desbaratado, los derechos desestimados, las vidas destrozadas

A pesar de la violación de Nestlé de las disposiciones del convenio de negociación colectiva respecto a los despidos, la Secretaría de Trabajo no intervino, presumiblemente porque Nestlé indicó que recontrataría algunos de los trabajadores/as de heladería despedidos en sus otras dos plantas en la República Dominicana. Desde entonces, Nestlé anunció públicamente que estaba reubicando empleados/as efectivamente, pero de hecho sólo el personal gerencial y administrativo ha sido recontratado o auxiliado para hallar otro empleo. Los trabajadores/as sindicalizados del sector producción continúan desempleados.

Nestlé ha divulgado asimismo públicamente que sus pagos de indemnización por despido y disposiciones van más allá de lo previsto bajo la ley dominicana, citando su obligación, en virtud de los Principios Comerciales Empresariales de Nestlé, de tratar a los empleados/as con dignidad.

No obstante, los trabajadores/as cuentan una historia diferente, como lo evidencian los testimonios de los miembros sindicales reunidos por la Regional Latinoamericana de la UITA y publicados en su sitio web en español, portugués e inglés:

"Nestlé no tiene humanidad"
Rosa Iris Reyes: "El día del cierre, la fábrica estaba llena de policías. Armaron una valla como si fuéramos delincuentes. Todo esto fue terrible. La situación económica de este país está malísima, cada día peor, y saber que uno se quedaba sin empleo… ¡Fue terrible!". Ella perdió su embarazo cuatro días después de la clausura de la fábrica.

"Nestlé es desagradecida con el país y sus trabajadores"
Nereyda de la Cruz, una empleada con 17 años de antigüedad en la empresa: "Prometieron que dejarían el seguro médico por seis meses, pero es otra mentira. Lo sé porque hace dos semanas tuve que ir al médico a tratar estos problemas emocionales que sufro, porque no logro tener sosiego, y allí me dijeron que no podían atenderme porque Nestlé dejó de pagar el seguro."

"Nestlé es un monstruo"
Agueda Sosa: "[La Gerente de Recursos Humanos Ana Isabel] instaló un clima de tensión y de intimidación. Recibía todo el apoyo de la compañía y tengo entendido que ha sido la política de Nestlé en otras partes, porque esta empresa no tiene buenas relaciones con la clase obrera. Por mi experiencia en el sindicato pude darme cuenta de que Nestlé abusa de los trabajadores y trabajadoras".

"Nestlé: el lobo bajo la piel de un cordero"
Felipe Ozuna: "Esto que hicieron con nosotros fue una barbaridad. Llegar a tu lugar de trabajo como todos los días y encontrar eso lleno de seguridad, como una zona militarizada, fue un shock". "No sé ni cómo estamos sobreviviendo, a base de martirio, de ayuda de amigos. Y cuando uno es sindicalista le cuesta aún más conseguir trabajo, porque averiguan los antecedentes en empleos anteriores y en muchos lados te cierran las puertas". Como Nestlé había suspendido los pagos del seguro, él utilizó toda su compensación por despido para costear la intervención quirúrgica a que fue sometida su mujer en el mes de julio.

"Las dos caras de Nestlé"
José Manuel Paulino: "Fue un acto inhumano, de los administrativos de la empresa, porque considerando el esfuerzo que venían haciendo los empleados desde el año 2005, que se trabajaban tres turnos de lunes a lunes, fue un esfuerzo al que se sumaron todos los trabajadores y trabajadoras para que la empresa saliera adelante y lo que recibimos como paga es este cimbronazo inesperado".

En América Latina, Nestlé tiene una tradición de cerrar plantas furtivamente, soslayando a la organización sindical y embaucando a los trabajadores/as para que acepten los paquetes de indemnización por despido.


En abril del 2003, la compañía cerró su planta Llopango en El Salvador de la noche a la mañana, despidiendo 97 trabajadores/as; en Ecuador cambió el registro jurídico de su planta láctea, obligando a los 200 asalariados/as a firmar nuevos contratos, los cuales deparaban incentivos generosos para los que renunciaran voluntariamente. Dos años más tarde, quedaron afuera todos los trabajadores permanentes –y su sindicato– mientras que la planta funciona con mano de obra eventual.

En setiembre del 2003, Nestlé se desembarazó del sindicato y el personal permanente de su planta láctea en Valledupar (Colombia), coaccionando a los trabajadores/as a recibir un paquete de indemnización por despido, en tanto que los dirigentes sindicales se reunían con la compañía en la lejana Bogotá.

Con anterioridad a esta última afrenta, la planta de helados había sido escenario de numerosas prácticas de abuso por parte de la gerencia, en especial en noviembre del 2007 cuando Nestlé echó 11 empleados/as después de la tormenta tropical Noel (pulse aquí para leer el artículo) y en enero del 2007, cuando la compañía despidió 45 trabajadores/as, solamente para sustituirlos por asalariados/as contratados.