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UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo


Incluido en el sitio web de la UITA el 03-Mar-2009

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La dirección de Unilever Pakistán ha intensificado su agresión contra los trabajadores/as en su fábrica de té Lipton/Brooke Bond en Khanewal, Pakistán. La planta – la última planta de té directamente operada y de propiedad de Unilever en una nación de bebedores de té - emplea alrededor de 750 trabajadores/as en el envasado de té, pero sólo 22 están empleados directamente por Unilever. Los restantes 723 están empleados por 6 agencias de contratación de mano de obra bajo un sistema de "no se trabaja, no se paga". No obtienen pensión, ni beneficios, reciben un tercio de la paga de los trabajadores/as permanentes y no pueden afiliarse al sindicato que negocia la paga y las condiciones con Unilever. Han formado una organización para regularizar su situación de empleo - Unilever Mazdoor Union Khanewal. Con apoyo de la afiliada de la UITA, la Federación nacional de trabajadores de la alimentación, bebidas y tabaco de Pakistán, alrededor de doscientos trabajadores/as han reclamado a la Corte Laboral que cambie la condición de su empleo, de descartable a permanente.

En respuesta a la lucha de los trabajadores/as en pro de justicia, los empleados de agencias fueron golpeados por contratistas de mano de obra, encerrados en la fábrica sin alimentos ni agua y amenazados con la pérdida del empleo. La dirección de la planta ha creado un pequeño grupo rival de trabajadores – principalmente parientes de los contratistas de agencias – que han recurrido a la violencia con la evidente esperanza de crear un “incidente” que justifique mayores represalias contra los trabajadores/as, su organización y el proceso legal.

Ahora la dirección de Unilever incrementa la presión al castigar a los trabajadores/as que presentaron peticiones de empleo permanente, enviándolos de vuelta a sus hogares sin trabajo y presentando, secretamente, acusaciones penales ante la policía.

El 1º de marzo, el contratista Riaz Ahmed and Brothers presentó, en secreto, una queja contra 17 trabajadores –los cuales habían presentado peticiones ante la Corte Laboral– acusándolos de fomentar inquietud, interferir con la empresa, etc. Los cargos en realidad tienen su origen en una manifestación llevada a cabo afuera de la fábrica, por trabajadores/as que protestaban contra la política de "no hay trabajo – no hay paga". Un miembro de la Asamblea Provincial visitó la planta ese día para escuchar las quejas de los trabajadores/as:

Los testigos de esta queja son los guardias de seguridad veteranos, el contratista y los parientes del contratista empleados en la fábrica.

El contratista, Riaz Ahmed and Brothers, provee de trabajadores/as exclusivamente a Unilever Khanewal. Su oficina está ubicada dentro de las instalaciones de la fábrica Unilever Khanewal. Esto, y el hecho que la queja policial contra estos trabajadores/as los acusa de amenazar y detener a los directivos de Unilever Khanewal, sugieren que la queja fue presentada con pleno conocimiento de la dirección de Unilever Khanewal.
Cuando los trabajadores/as se enteraron de las acusaciones judiciales solicitaron fianza con éxito, lo que significa que se encuentran en libertad hasta una próxima audiencia judicial. Pero la situación se ha vuelto aún más tensa desde que los trabajadores/as se enteraron, el 6 de marzo, que la dirección de Unilever Khanewal y Riaz Ahmed and Brothers pueden procurar la anulación de su fianza lo que significaría arresto y detención hasta la realización de un juicio penal.


Es una táctica muy ensayada en Unilever Pakistán. En la planta de la empresa en Rahim Yar Khan , por ejemplo, donde los trabajadores/as eventuales comenzaron a impugnar su precaria condición laboral en el 2007, la empresa deliberadamente inventó un incidente con el fin de levantar cargos contra los dirigentes sindicales, militarizar la planta y obligar a cientos de trabajadores/as temporarios a firmar cartas de despido a punta de pistola. Recientemente, Unilever Pakistán comenzó a proyectar la eliminación de la mitad de los restantes cargos permanentes en la fábrica.

En respuesta a los muchos miles de mensajes enviados a la dirección empresarial de Unilever en respuesta a la campaña de solidaridad de la UITA, Unilever aduce estar "procurando obtener la participación de todos los interesados para la discusión y resolución de este problema". En realidad, están procurando aplastar a los trabajadores/as mediante la provocación. El 2 de marzo, la UITA le escribió al
Director ejecutivo de Unilever, Paul Polman, que consideraría a la compañía personalmente responsable de cualquier provocación o incidente que ocurriera en la planta.

Hasta el año pasado, Unilever tenía dos fábricas en Pakistán. La fábrica de Karachi empleaba 122 trabajadores/as permanentes y 450 eventuales. Aparentemente, esto constituía demasiados trabajadores/as permanentes para Unilever, así que la planta fue cerrada y la producción transferida a un antiguo depósito donde el té se envasa ahora con un 100% de personal temporario, tercerizado. Actualmente, quedan 22 trabajadores/as permanentes en la nómina de producción de té de Unilever.

En el tercer trimestre del 2008, Unilever Pakistán reportó un incremento en las ganancias netas de casi el 70% respecto al período similar de 2007 – y pagó un dividendo interino especial en efectivo para celebrar la hazaña.

¿La destrucción de puestos de trabajo permanentes – puede hacer la bebida más rentable del mundo?

Pulse aquí para leer las más recientes noticias de la campaña Casual-T, y para enviar un mensaje a Unilever exigiendo justicia para los trabajadores/as del té.