UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo
Unilever arrastra a una mayor pobreza a trabajadores eventuales del té por reclamar sus derechos
Incluido en el sitio web de la UITA el 19-Jun-2009Comparte este artículo con otras personas interesadas
Los esclavos construyeron las pirámides – ¡Los trabajadores eventuales de Unilever fabrican la riesgosa pirámide del té!
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La gerencia de Unilever Pakistán ha intensificado su encarnizado ataque contra los trabajadores eventuales en su fábrica de té Lipton/Brooke Bond en Khanewal, Pakistán, castigando a los asalariados que exigen empleo directo y permanente al negarles trabajo y arrastrarlos más hondamente a la pobreza.
En una parte de la sección sobre "Sustentabilidad" del sitio web de Unilever ridículamente titulado "Respetando los Derechos", Unilever afirma: "Nuestra fábrica en Khanewal emplea una combinación de trabajadores permanentes y tercerizados" y "Con el fin de mantener operaciones eficaces y competitivas, Unilever Pakistán utiliza proveedores externos de servicios que suministran trabajadores para nuestras operaciones no fundamentales". Unilever conviene que hacer funcionar una fábrica con solamente 22 trabajadores permanentes en un nivel promedio de 533 empleos (que, en realidad, habitualmente han excedido los 700) "plantea problemas", pero aduce que los está "abordando". A continuación figura cómo Unilever "respeta los derechos":
A partir del 27 de abril, Unilever comenzó enviando sin trabajo a sus hogares a unos dos tercios de los 237 trabajadores eventuales que se han incorporado al Comité de Acción. Los asalariados eventuales reciben el salario legal mínimo de 6.000 Rupias, apenas un 33% de los salarios más bajos (sin beneficios) de los 22 empleados directos. No obstante, para recibir sus 6.000 Rupias mensuales, se requiere que trabajen por lo menos 26 días cada mes. Si no logran trabajar 26 días en un mes, sólo se les paga 252 Rupias por día – equivalente a un poco más de 3 dólares americanos.
Bajo la última política de "Sin trabajo, sin paga para los miembros del Comité de Acción", a los trabajadores que se asociaron al Comité de Acción y entablaron juicios legales en las cortes impugnando su permanente condición de precariedad se les asigna solamente ocho días en un máximo de 18 días de trabajo por mes. Eso equivale nada más que 9% a 24% del salario más bajo de los trabajadores permanentes. Al mismo tiempo, se están contratando nuevos asalariados eventuales, conforme Unilever deliberadamente fomenta divisiones mediante una redoblada competencia por sueldos de pobreza, quizás deseando fomentar un incidente violento que serviría como pretexto para un ataque frontal contra el Comité de Acción y una excusa para sabotear el proceso de negociación que cínicamente ostenta en su sitio web.
Desde que en forma deliberada Unilever emprendió el empobrecimiento de los miembros del Comité de Acción mediante la discriminación en el empleo, muchos se han visto obligados a complementar sus sueldos de hambre con tareas en el campo, ya como peones agrícolas o ayudantes en obras de construcción. El exiguo ingreso extra que esto proporciona sigue siendo insuficiente para sostener a los trabajadores y sus familias, muchos de los cuales se vieron forzados a pedir dinero prestado y se están hundiendo en deudas.
La política de represalias contra los trabajadores que reclaman sus derechos fue presentada incluso ante el Punto Nacional de Contacto del RU para la OCDE, un órgano gubernamental responsable por la vigilancia de infracciones a las Directivas de la OCDE para Empresas Multinacionales. Este órgano ha requerido oficialmente la mediación, bajo sus auspicios, entre la UITA y la dirección corporativa de Unilever, con el objeto de resolver los problemas de empleo en Khanewal, de conformidad con las normas internacionales. Por lo tanto, los ataques contra los trabajadores no solamente apuntan a los asalariados cada vez más empobrecidos y sus familias. Son dirigidos contra el Comité de Acción que ellos establecieron con el apoyo de la UITA y de la Federación nacional de trabajadores de la alimentación, bebidas y tabaco de Pakistán y, en última instancia, constituyen una ofensiva contra las organizaciones sindicales de Unilever en todo el mundo. Estos embates demuestran el menosprecio de Unilever por los convenios internacionales de derechos humanos mencionados en las Directivas de la OCDE y por el ministerio del RU, el cual aceptó la correspondiente presentación de la UITA ante la OCDE respecto a la sistemática explotación de los trabajadores precarios por parte de la compañía y que está procurando facilitar un espacio para la negociación.
Suprima el contrasentido acerca de la "sustentabilidad" y la política es clara: Unilever está fabricando pobreza, humillación y permanente inseguridad.