Sindicato logra reconocimiento en embotelladora de Coca-Cola en Moscú

Incluido en el sitio web de la UITA el 15-Jul-2003

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El 23 de junio del 2003, se suscribió un primer convenio colectivo en la planta de Coca-Cola en Moscú. El convenio forma parte de una lucha de dos años con el objeto de organizar un nuevo sindicato y obtener el reconocimiento. El 31 de agosto del 2001, el mismo día que él presentó a la gerencia la petición de la organización sindical anunciando que había un sindicato en la planta, el dirigente sindical Viktor Grachev fue echado. Su despido aún está en trámite en la corte de trabajo. El sindicato y la UITA se están esforzando para lograr su eventual reincorporación.

Por antecedentes sobre este caso y acerca de la historia antisindical de Coca-Cola en Rusia.

Este nuevo sindicato de Coca-Cola considera que el convenio colectivo representa un significativo avance y corona el reconocimiento del primer sindicato en la planta y del primer sindicato dentro de toda Coca-Cola en la ex Unión Soviética.

Las negociaciones en curso se llevan a cabo respecto a las instalaciones del sindicato, en tanto que la organización sindical todavía confronta una asociación "amarilla" de empleados/as establecida anteriormente por la compañía.

La UITA había sostenido conversaciones permanentes con Coca-Cola acerca de la situación en la planta de Moscú. El mérito de este progreso sustancial puede ser acreditado a la combinación de una decidida sindicalización y negociación locales, junto a la presión de la UITA, su Oficina en Moscú y sus afiliadas.

Los delegados ante la Reunión Internacional Sindical de Trabajadores del Sector Coca-Cola de la UITA, que se congregaron en Nueva York los días 3 y 4 de marzo del 2003, habían aprobado anteriormente la siguiente resolución apoyando la lucha por la sindicalización en la planta de Coca-Cola en Moscú:

SOLIDARIDAD CON SINDICATO DE TRABAJADORES DE COCA-COLA EN MOSCÚ

Los representantes de los sindicatos de trabajadores/as de Coca-Cola de todo el mundo expresamos nuestro pleno respaldo y solidaridad con los/as trabajadores/as de la planta de Coca-Cola HBC en Moscú, quienes han decidido formar un nuevo sindicato.

Consideramos que el despido del dirigente obrero electo de la planta, Viktor Grachev, ocurrido el mismo día que se informó a la gerencia sobre la existencia del sindicato, es una violación directa de la Libertad de Asociación y de los derechos fundamentales sindicales y de los trabajadores. Exigimos que la compañía reincorpore a Viktor Grachev al trabajo y entable negociaciones colectivas válidas con el sindicato.
Expresamos nuestra firme convicción que solamente mediante la organización colectiva podrán los/as trabajadores/as mejorar sus vidas y sus condiciones de trabajo.