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UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hostelería en todo el mundo


Afiliadas de Coca-Cola de la UITA rechazan llamado en favor de una "Campaña Internacional de Boicot de Consumidores" a Coca-Cola a partir del 22 de julio del 2003

Incluido en el sitio web de la UITA el 11-Jul-2003

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A raíz de las inquietudes expresadas por una serie de afiliadas de la UITA que representan a trabajadores/as de Coca-Cola en todo el mundo, la UITA ha decidido responder a la actual campaña que convoca a un "boicot internacional de consumidores" contra Coca-Cola a partir del 22 de julio.

El tipo de alegatos y afirmaciones generalizados y sin fundamento que figuran en la exhortación al boicot no ayudan en manera alguna a la causa de las organizaciones sindicales que reclutan y representan a los/as trabajadores/as de Coca-Cola en todo el mundo, la mayoría de los cuales son miembros de la UITA. El llamado a un boicot contra Coca-Cola fue rechazado unánimemente en la reciente reunión internacional de la UITA, compuesta por 27 organizaciones afiliadas a la UITA provenientes de 23 países, que representan a más de 100 sindicatos de trabajadores/as de Coca-Cola de todo el mundo.

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Nueva York, 3-4 de marzo del 2003
SINDICATOS COCA-COLA DE LA UITA RECHAZAN LLAMADO PARA UN BOICOT INTERNACIONAL A COCA-COLA


La Reunión Internacional Sector Coca-Cola de la UITA (Ciudad de Nueva York, 3-4 de marzo del 2003), que congregó a 27 organizaciones representativas de 23 países con operaciones globales de Coca-Cola, condena enérgicamente el llamado (de fecha 3 de marzo del 2003) para un boicot internacional a la compañía emitido por la organización sindical colombiana, SINALTRAINAL. Las reclamaciones contenidas en la declaración de boicot, que contienen un llamado implícito al boicot contra todas las compañías transnacionales que operan en Colombia, no reflejan las preocupaciones de los/as trabajadores/as colombianos de Coca-Cola o las opiniones de los movimientos laborales colombiano e internacional en su contexto más amplio. El boicot está basado en alegatos inexactos y eslóganes políticos huecos. Este llamado al boicot perjudicará, en lugar de fortalecer, la credibilidad de aquellos que procuran asegurar los derechos sindicales a todos los/as empleados/as del sistema Coca-Cola.

Los/as trabajadores/as de Coca-Cola a nivel internacional y sus sindicatos, a través de la UITA, están comprometidos a organizarse en favor de derechos básicos garantizados para todos los/as trabajadores/as en todo el sistema global de Coca-Cola. No reconocemos que el llamado de SINALTRAINAL sea de manera alguna útil para concretar nuestros esfuerzos en ese sentido. Por lo tanto, exhortamos a todos los que desean promover los derechos de los/as trabajadores/as dentro del sistema Coca-Cola a rechazar este llamado para un boicot global y a trabajar conjuntamente con la UITA y sus efectivos internacionales dentro del sistema Coca-Cola.

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La abrumadora mayoría de los sindicatos que representan a trabajadores/as de Coca-Cola, incluso los del mayor mercado de Coca-Cola, los Estados Unidos de América, no apoyan el llamado al boicot.

La UITA considera que son falaces e inexactas las declaraciones acerca de Coca-Cola en el llamado al boicot, tales como "Por el beneficio obtenido con el asesinato, encarcelamiento, destierro, secuestro, amenazas de muerte y despidos de dirigentes sindicales en Colombia, Guatemala, Perú, Brasil, Estados Unidos, Venezuela, Palestina, Turquía, Irán, así como en otras partes del mundo". La UITA no ha sido enterada de denuncias de este tipo por nuestras afiliadas que representan a los/as trabajadores/as de Coca-Cola en muchos de los países mencionados. En el caso de Irán, no hay "dirigentes sindicales " debido a que no existen sindicatos y, en la medida de nuestro conocimiento, no hay producción de Coca-Cola.

De los ocho asesinatos en Colombia atribuidos a Coca-Cola, cinco fueron de trabajadores de la planta de Carepa en la provincia de Urabá entre los años 1994 a 1996. El caso mejor documentado es el homicidio del dirigente sindical Isidro Segundo Gil, por parte de grupos paramilitares el 5 de diciembre de 1996, al cual siguieron la renuncia forzada y la huida de otros militantes sindicales. No se han brindado detalles acerca de uno de los otros asesinatos atribuidos a Coca-Cola, que tuvieron lugar en 1989. Oscar Darío Soto, un presidente local del sindicato SINALTRAINBEC, fue asesinado el 22 de junio del 2001 por agresores desconocidos (por más información haga clic aquí). Adolfo de Jesús Munera, un directivo regional de CUT y ex trabajador de Coca-Cola, fue muerto el 31 de agosto del 2002 (por más información haga clic aquí). No hemos constatado pruebas que vinculen a ninguno de estos homicidios con Coca-Cola. La UITA ha reprochado enérgicamente ambos asesinatos al gobierno de Colombia e instado a sus afiliadas a hacer lo mismo.

La UITA y sus afiliadas han protestado en forma sistemática por el fracaso del gobierno de Colombia en brindar protección a todos los dirigentes y militantes sindicales que la solicitan y continuarán sosteniendo que el gobierno colombiano es el principal responsable. Acogemos con agrado y siempre hemos exhortado en favor de una investigación completa de estos crímenes y el enjuiciamiento vigoroso de los perpetradores y de los responsables de sus acciones. Se debe poner fin a la impunidad en Colombia.

La gerencia de la embotelladora que opera en la planta de Carepa cambió en 1997. Los/as trabajadores/as en esa planta están actualmente representados por un sindicato, el cual ha obtenido buenos resultados al negociar importantes conquistas para los/as trabajadores/as del lugar. Estas conquistas fueron logradas mediante una organización decidida y arduas negociaciones en un entorno muy difícil, con el apoyo de la UITA.

La referencia que figura en varias versiones del llamado al boicot con respecto a la situación de Guatemala en los años 80 es históricamente inexacta. Aunque hubieron en esa ocasión ciertos esfuerzos para lanzar boicots de los consumidores con el apoyo de las afiliadas de la UITA, fue principalmente una acción dentro y entre las plantas de Coca-Cola en todo el mundo, organizada por las afiliadas de la UITA para respaldar a nuestra afiliada STECSA en Guatemala, lo cual en definitiva obligó a Coca-Cola a reunirse con la UITA y STECSA en Ciudad de México y Costa Rica. Mediante este proceso, se negoció finalmente a un convenio que llevó al cambio del concesionario y a una solución de la situación represiva que había enfrentado STECSA en la planta de la Ciudad de Guatemala.

Los defensores del boicot aducen que actúan en apoyo de un pleito entablado en las cortes de EE.UU. contra The Coca-Cola Company y sus embotelladoras colombianas. Omiten mencionar que una decisión reciente por parte de una corte estadounidense en relación con este litigio dictaminó que ni la propia The Coca-Cola Company ni su subsidiaria colombiana tienen responsabilidad alguna por las prácticas de empleo de las compañías embotelladoras ancla de Coca-Cola o de sus concesionarias. Si esto queda en pie, representa un revés significativo para los que procuran defender e impulsar los derechos humanos y sindicales dentro del más amplio sistema de Coca-Cola, ejerciendo presión sobre Coca-Cola para que acepte cierto grado de responsabilidad por las relacionales laborales en las embotelladoras ancla y las concesionarias. Ésta fue la cuestión clave en el fondo de nuestra victoria en Guatemala en la década del 80. La decisión de la corte no secunda nuestra permanente campaña, pero estamos decididos a superar este obstáculo a través de una organización y un compromiso serios.

Nuestra trayectoria de lucha en Coca-Cola, y nuestro compromiso con los derechos sindicales dentro del sistema Coca-Cola, es un asunto de público conocimiento. Últimamente, las afiliadas de la UITA de todo el mundo respaldaron nuevamente a STECSA en Guatemala, cuando una gerencia agresiva procuró atenuar algunas de las conquistas del sindicato resultantes de las campañas de los 80. Después de una lucha de 22 meses, el sindicato fue capaz de defender con éxito estas conquistas en un nuevo convenio colectivo concretado a principios de este año. En Rusia, luego de casi una década de prácticas antisindicales tras la implantación de Coca-Cola en la ex Unión Soviética, los/as trabajadores/as han firmado recientemente un primer convenio colectivo en Moscú, con el apoyo de la UITA y sus afiliadas. La lucha continúa.

Vale la pena destacar que Coca-Cola cuenta con una densidad de miembros sindicales sustancialmente más alta que su principal competidor, PepsiCo, una compañía que puede ser descrita más exactamente como sistemáticamente antisindical. Una campaña seria y sostenida en favor del respeto global de los derechos sindicales debe tener en consideración el entorno mundial donde opera la compañía, un factor que no han tenido en cuenta los defensores del boicot.

No prestan ayuda a los esfuerzos colectivos de la UITA y nuestras afiliadas las afirmaciones no fundamentadas ni verificadas sobre la compañía que no pueden ser defendidas con credibilidad y que The Coca-Cola Company refuta con pocas dificultades. Las acusaciones serias contra la compañía, referidas a asuntos de derechos sindicales, pueden ahora perder credibilidad debido a la información falaz que se está circulando en diversas versiones del llamado al boicot.

Siempre ha sido nuestra posición que Coca-Cola tiene la responsabilidad fundamental de asegurar el respeto a los derechos fundamentales a través del sistema Coca-Cola. Según nuestra experiencia de muchos años, Coca-Cola es una compañía que, si se da la oportunidad, probablemente procure debilitar un convenio, obstruir una campaña de sindicalización o desbaratar un sindicato donde es capaz de hacerlo. En este sentido, no es diferente de la mayoría de las otras compañías transnacionales. Con la finalidad de cambiar esto, nuestra respuesta debe ser, como siempre, una organización y un compromiso sostenidos, apoyados por una amenaza de acción creíble cuando sea necesaria, con el objeto de defender e impulsar el respeto de los derechos sindicales en ésta, así como en todas las compañías similares.