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UITA
Unificando los trabajadores agroalimentarios y de hosteler�a en todo el mundo


La gripe aviar (H5N1) y la cadena alimentaria: El v�nculo entre los derechos de los trabajadores, las condiciones laborales, la seguridad alimentaria y la salud p�blica

Incluido en el sitio web de la UITA el 10-Mar-2006

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A medida que se propaga la cepa H5N1 altamente patog�nica de la gripe aviar a trav�s del globo, la inquietud p�blica acerca de la seguridad de los productos av�colas ha acarreado una dr�stica ca�da en las ventas, lo cual ha afectado seriamente la seguridad laboral de los/as trabajadoras de la industria av�cola. Simult�neamente, existe una creciente alarma p�blica ante la perspectiva de que el virus H5N1 se mute en una nueva cepa capaz de ser trasmitida de un ser humano al otro. Ello ha hecho surgir el temor de una pandemia mundial devastadora, similar al brote de gripe del a�o 1918, que mat� m�s de 50 millones de personas. (1)

Si bien estos temas de la seguridad alimentaria y la mutaci�n de los virus han atra�do una extensa atenci�n de los medios de difusi�n, se mantuvo ausente un asunto crucial que vincula a ambos aspectos de la salud p�blica. Este v�nculo es la posici�n cr�tica de los/as trabajadores/as agr�colas y de la alimentaci�n en la industria av�cola, quienes est�n en la l�nea frontal de la batalla contra la gripe aviar. Los/as trabajadores/as av�colas tienen el potencial de identificar las bandadas infectadas y asegurar que los brotes se repriman r�pida y correctamente. Ellos tambi�n est�n en la posici�n �ptima para determinar si se cumplen las normas m�nimas de la seguridad alimentaria, as� como si la carne procesada y los huevos de las aves se manipulan con m�todos que minimizan el riesgo de la infecci�n. Dicho papel proactivo por parte de los/as trabajadores/as av�colas y sus organizaciones sindicales podr�a contribuir a restablecer la certeza y la confianza p�blicas en la seguridad alimentaria, tanto como un medio de proteger el inter�s p�blico como de defender los puestos de trabajo.

Otro aspecto decisivo de este v�nculo entre los/as trabajadores/as av�colas y la salud p�blica se refiere al hecho que ellos/as � m�s que nadie � enfrentan una exposici�n laboral diaria e intensiva frente al riesgo de la gripe aviar. Por consiguiente, los/as trabajadores/as av�colas representan uno de los vectores m�s probables para un virus H5N1 en mutaci�n capaz de ser trasmitido entre los seres humanos. Esto significa que la capacidad de los gobiernos a m�ltiples niveles para proteger al p�blico depende de las conexiones a lo largo de la cadena alimentaria que unen la salud p�blica y la seguridad alimentaria a las condiciones laborales y a los derechos de los/as trabajadores/as agr�colas y de la alimentaci�n.

En su actual forma, el virus H5N1 puede ser trasmitido a los seres humanos mediante el contacto con las secreciones y excreciones de un ave infectada, tales como la saliva, las secreciones nasales y las heces. Como las aves portan virus de gripe en sus intestinos, las heces de un ave contagiada son particularmente peligrosas. Pero no solamente el contacto directo con las heces plantea un riesgo. La infecci�n tambi�n puede resultar del contacto con cualquier superficie contaminada con las heces de un ave apestada. El virus puede incluso ser trasmitido por el polvo contaminado con las heces.

En consecuencia, en t�rminos de los riesgos profesionales presentados por el virus H5N1, los/as trabajadores/as deben cuidarse no solamente del contacto directo con la sangre, los fluidos corporales o las heces de las aves infectadas, sino tambi�n de cualquier superficie o polvo que podr�a estar contaminado. Adem�s de los/as trabajadores/as que manipulan aves vivas, los que limpian los gallineros/jaulas, los que atrapan las aves, los que las sacrifican, los que limpian a las aves muertas, los que asean luego de la matanza, manosean carcasas crudas de aves, tocan carne cruda en las l�neas de procesamiento (y cualquier otra tarea entre medio), debemos a�adir a todos aquellos/as trabajadores/as que toman contacto con superficies y polvo en las explotaciones av�colas, en los veh�culos usados para transportar aves, en los mataderos, los establecimientos de cr�a e incubaci�n, as� como en las plantas av�colas procesadoras.(2) Asimismo, hay trabajadores/as agr�colas cuyas faenas los ponen en contacto con fertilizantes derivados del esti�rcol de pollo y � en el otro extremo de la cadena alimentaria � figuran los/as trabajadores/as de hoteler�a, restaurantes y catering, quienes manipulan productos av�colas crudos.

Como los huevos parecen ser una superficie muy factible de retener rastros de heces (recordemos que estamos hablando acerca del polvo), todos aquellos trabajadores que manipulan, limpian y procesan huevos deben ser agregados a la lista de empleos que implican una exposici�n al virus H5N1. Lo que parecer�a ser una conclusi�n l�gica referida a los huevos (una superficie que puede estar contaminada por las heces) ha eludido la mayor parte de los planes de acci�n y lineamientos nacionales en materia de la gripe aviar. En varios pa�ses, existen directivas, asesor�as p�blicas y fichas informativas acerca de la seguridad de cocinar los huevos para los consumidores. Pero no existe virtualmente nada � en ning�n pa�s � respecto a los riesgos a que hacen frente los/as trabajadores/as que manipulan huevos en todas las etapas que llevan hasta su venta para la cocci�n. El mismo problema se hace evidente en las directivas oficiales que afirman que los productos av�colas �con un alto procesamiento� son de consumo seguro, pero fallan en abordar la seguridad de los/as trabajadores/as involucrados en la elaboraci�n de dichos productos. (Estas declaraciones tambi�n fracasan en tener en cuenta el hallazgo del virus H5N1 en la carne congelada de pato importada para Corea del Sur desde una planta de elaboraci�n de Shangai en el a�o 2001). (3) Este desequilibrio no solamente ilustra la forma en que las directivas sanitarias p�blicas est�n orientadas a tranquilizar, en lugar de educar al p�blico. Tambi�n revela una grave negligencia acerca de las realidades del proceso de cr�a y producci�n.

Un ejemplo es el polvo. Se nos dice que el virus H5N1 puede ser contra�do por los seres humanos que inhalan polvo contaminado con las heces de un ave infectada. Sin embargo, el polvo ya es un problema com�n en los criaderos av�colas, la producci�n de huevos y en las plantas procesadoras. Los problemas de elevados niveles de polvo en los establecimientos cerrados con mala ventilaci�n son habituales en toda la industria. En muchos pa�ses, los sindicatos han luchado mucho tiempo por el derecho de los/as trabajadores/as a ser provistos con m�scaras o respiradores adecuados. Por su parte, �los sindicatos que ganaron la batalla est�n luchando contra el descuento en el salario de los/as trabajadores/as de los costos del equipo protector esencial! Esto nos se�ala algo importante acerca del v�nculo entre las condiciones laborales, los derechos y las perspectivas para contener los grandes brotes virales.

Este v�nculo directo entre las condiciones laborales, los derechos de los/as trabajadores/as, la seguridad alimentar�a y la salud p�blica est� claramente manifiesto en el problema de la acelerada velocidad de las l�neas de operaciones en la industria procesadora de carne. Durante d�cadas, la UITA y sus afiliadas han combatido los aumentos en la velocidad de las l�neas de elaboraci�n c�rnica, debido a su serio impacto sobre la salud de los/as trabajadores/as y el deterioro en la seguridad y la higiene alimentarias. En la medida que la carne se corta y procesa a ritmos m�s acelerados, el riesgo de contaminaci�n es m�s elevado. La pandemia de la gripe aviar refuerza esta preocupaci�n de larga data. Las l�neas de producci�n de mayor velocidad en las operaciones de procesamiento de carne av�cola no hacen posible el descarte seguro de las v�sceras internas, la sangre y las heces de las aves, ni la limpieza adecuada de las carcasas, incrementando el riesgo de la contaminaci�n fecal en la carne av�cola procesada. Por otra parte, el ritmo m�s veloz de la l�nea de producci�n puede impedir que los/as trabajadores/as utilicen eficazmente los equipos de seguridad (incluso los guantes), a la vez que ejerce una inmensa tensi�n sobre los/as trabajadores/as. Y esto sucede en una industria donde las violaciones de las reglamentaciones m�nimas de seguridad, salud e higiene son abusivas.

Parecer�a ser una cuesti�n de sentido com�n que los derechos y las condiciones laborales de los/as trabajadores/as av�colas deber�an ser incorporados a los planes de acci�n nacionales e internacionales, con el fin de abordar los brotes reales y potenciales de la infecci�n de gripe aviar. No obstante, este v�nculo es soslayado incluso en las medidas sanitarias p�blicas de mayor alcance. El informe de setiembre del 2005 del Comit� de Redacci�n de la Consulta de la OMS sobre la Gripe Aviar -- un equipo internacional cient�fico y m�dico � contiene una referencia expl�cita a una gama de "ocupaciones riesgosas"; �stas comprenden a trabajadores/as de diferentes niveles a lo largo de la cadena alimentaria, desde la agricultura hasta el procesamiento y la preparaci�n de alimentos.(4) Esto no solamente dej� de aparecer en subsiguientes fichas informativas, lineamientos y planes de acci�n de la OMS. Tampoco logr� captar la atenci�n de la OIT. (La UITA plante� las inquietudes de los/as trabajadores/as agr�colas y de la alimentaci�n en una carta dirigida a la OIT el 30 de octubre del 2005 y las reiter� en una carta conjunta con la Internacional de Servidores P�blicos �ISP, el 27 de febrero del 2006).

Ir�nicamente, es en los Convenios Internacionales del Trabajo de la OIT donde se encuentra cierto sentido com�n muy necesario. El Convenio 155 sobre Seguridad y Salud Ocupacional (1981), que abarca a trabajadores/as de todas las ocupaciones, otorga a los/as trabajadores/as y a sus representantes sindicales el derecho de examinar las condiciones de salud y seguridad en el lugar de trabajo y de llamar consejeros t�cnicos ajenos a la empresa si fuera necesario. (5) Asimismo, afirma que "el empleador no podr� exigir de los trabajadores que reanuden una situaci�n de trabajo en donde exista con car�cter continuo un peligro grave e inminente para su vida o su salud". (6)

A esto se suma el nuevo Convenio Internacional del Trabajo 184 sobre Seguridad y Salud en la Agricultura (2001), que establece el derecho de los/as trabajadores/as agr�colas a alejarse del peligro cuando exista un riesgo grave e inminente y a no ser penalizados por estas acciones. Tambi�n institucionaliza las obligaciones de los empleadores de proporcionar a los/as trabajadores/as informaci�n, adiestramiento y equipos de seguridad, etc., a la vez que declara que el empleador debe detener inmediatamente los trabajos si existe un peligro grave e inminente para los/as trabajadores/as.

Imaginemos la aplicaci�n de estas medidas de sentido com�n en las actuales respuestas internacionales y nacionales a la gripe aviar (H5N1). Los/as trabajadores/as y sus organizaciones sindicales tienen el derecho de fiscalizar los posibles brotes virales y notificar la sospecha de infecci�n de las bandadas de aves a las autoridades; el derecho a la salud y a equipos y medios de seguridad necesarios para minimizar los riesgos, tanto para ellos mismos como para el p�blico en general; el derecho a impugnar a los empleadores acerca de estos riesgos y denunciar las violaciones; el derecho a alejarse del peligro sin temor a ser penalizados; etc. Lo m�s importante constituye el derecho fundamental de los/as trabajadores/as a organizar y negociar cambios en el lugar de trabajo. Sin este derecho, ninguno de los otros derechos � y todo el sentido com�n que dichos derechos implican � puede ser concretado. Es �ste el mensaje que los/as trabajadores/as agr�colas y de la alimentaci�n deben trasmitir al p�blico e inculcar a los gobiernos y a los organismos internacionales.

Dada las demoras, los encubrimientos, las confusiones y la informaci�n err�nea que actualmente caracterizan a las respuestas de los gobiernos, es necesario que las organizaciones sindicales act�en r�pidamente para inyectar una dosis muy grande de sentido com�n a los debates p�blicos. En tanto que aquellos cient�ficos que son independientes de los intereses empresariales contin�an mejorando nuestra comprensi�n de este complejo virus y nos brindan nuevas apreciaciones sobre las medidas de control requeridas, las organizaciones sindicales deben promover una agenda cimentada en una realidad muy simple: para que los/as trabajadores/as agr�colas y de la alimentaci�n puedan cumplir su papel de protecci�n de la salud y del inter�s p�blicos, ellos/as deben tener el derecho a organizarse.


Notas

(1) El virus de la gripe del a�o 1918 aparentemente enga�� al sistema inmunitario, haci�ndolo reaccionar en forma excesiva y da�ar los �rganos del cuerpo, en especial los pulmones. Se cree que el nuevo virus H5N1 tambi�n detona una "tormenta de citoquina" (las citoquinas son prote�nas pro-inflamatorias, un componente del sistema inmunitario) que afecta los pulmones, provocando la insuficiencia respiratoria. MCW Chan y otros, "Proinflammatory cytokine responses induced by influenza A (H5N1) viruses in primary human alveolar and bronchial epithelial cells" ("Respuestas pro-inflamatorias de la citoquina inducidas por los virus (H5N1) de la gripe A en las c�lulas humanas primarias epiteliales alveolares y bronquiales"), Respiratory Research 2005, 6:135

(2) Las aves comprenden a los pollos, patos, gansos, pavos y avestruces.

(3) Terrence M. Tumpey y otros, "Characterization of a Highly Pathogenic H5N1 Avian Influenza A Virus Isolated from Duck Meat" (�Caracterizaci�n de un Virus H5N1 altamente patog�nico de la Gripe Aviar A aislado de la carne de pato�), Journal of Virology, Vol. 76, N� 12, Junio 2002, p�gs. 6344-6355.

(4) El Comit� de Redacci�n de Consulta de la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) sobre la Gripe Humana A/H5, "Avian Influenza (H5N1) Infection in Humans" (�La Infecci�n de la Gripe Aviar (H5N1) en los seres humanos�), The New England Journal of Medicine, 353, 29 de setiembre del 2005, p�gs. 1374-85.

(5) Convenio de la OIT sobre Seguridad y Salud Ocupacional (1981), Art�culo 19(e)

(6) Convenio de la OIT sobre Seguridad y Salud Ocupacional (1981), Art�culo 19(f)