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MF Global – ¿un canario en la mina de carbón (financiera)?

11.11.11 Editorial
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El 31 de octubre, la caída en bancarrota de MF Global, la empresa de corretajes estadounidense con ambiciones y apetitos de banco de inversiones, fue la octava mayor bancarrota empresarial de la historia de EE.UU., detrás de Lehman Brothers, Enron y Washington Mutual, pero mayor a la fabricante de autos Chrysler. Como en cualquier bancarrota, los clientes pugnan por recuperar su dinero, pero han desaparecido grandes sumas.

Se supone que las empresas de corretaje separen el dinero de los clientes, del dinero que utilizan para financiar sus propios negocios, pero aparentemente los muros fueron transgredidos. Esto ha desencadenado  investigaciones sobre conducta regulatoria y, posiblemente, delictiva, así como un gran interés por parte de los medios.

Llevará tiempo desenmarañar los libros, pero esa no es la historia apremiante. La lección sobresaliente del colapso de MF Global es lo bien  que ilustra hasta qué punto nada ha cambiado de manera fundamental, a pesar de todo lo que se habló sobre reglamentación desde la gran debacle de 2008. Todas las características esenciales se encuentran allí: una enorme influencia, subsidios gubernamentales para especulación pura, la 'puerta giratoria' entre finanzas y gobierno, así como la transformación de empresas de adquisición en conglomerados financieros omnívoros.

MF Global fue, en su origen, la división de corretajes de Man Financial, el fondo de riesgo del RU y operaba desde un paraíso fiscal – Bermuda – aún después de salir a bolsa. En el año 2008, enormes pérdidas en derivados de materias primas casi los hunden. La firma de capital riesgo, J.C. Flowers, rescató a la empresa con dinero obtenido, en parte, de fondos de pensión de empleados públicos.

J.C. Flowers se convirtió en un actor financiero estrella mediante un negocio que involucraba al Long-Term Credit Bank de Japón, un banco "demasiado grande para fracasar" que estaba ahogándose en deuda incobrable luego que explotara la burbuja inmobiliaria de Japón. En 1989, LTCB fue nacionalizada y retirada de la bolsa de valores de Tokio. En el 2000, J.C. Flowers fue parte de un consorcio internacional que compró el banco y lo reinauguró como Shinsei Bank de Japón. Goldman Sachs cobró grandes honorarios por asesorar al gobierno japonés sobre el negocio, que incluyó una garantía gubernamental de 3 años para la recompra de préstamos desfavorables.

Los nuevos propietarios utilizaron las garantías para endilgarle la deuda al gobierno, dejándolo eventualmente enganchado en más de USD 46.000 millones. En el 2004, J.C. Flowers realizó una devolución del 600% sobre su inversión inicial cuando el banco cotizó en bolsa, y no pagó impuestos japoneses sobre los beneficios.

En marzo del 2010, otro alumno de Goldman Sachs, el ex Presidente Ejecutivo Jon Corzine, asumió como jefe de MF Global, luego de perder la reelección como gobernador de New Jersey. En febrero de este año, Corzine anunció su intención de transformar la compañía en un banco de inversión, en un plazo de cinco años. El vehículo para esa transformación iba a ser apalancamiento de deuda.

A fines de setiembre, el balance de MF Global mostraba un capital de USD 1.230 millones y activos por USD 41.050 millones – un asombroso coeficiente de apalancamiento, como los que hundieron a Bear Stearns y luego a Lehman. Estos apostaban a las hipotecas, Corzine a la deuda de la Eurozona. Como las otras instituciones fallidas, MF Global estaba impulsando el apalancamiento  mediante derivados y financiando opciones a largo plazo con préstamos a corto plazo.

Corzine realizó una enorme apuesta de USD 6.300 millones, a comienzos de este año, en deuda de gobiernos europeos inestables, apostando a que serían rescatados y los bonos amortizados a su valor nominal. Al hundirse los valores de los activos, la compañía enfrentó una intensificación de las demandas de garantía en efectivo, opciones que no pudo llevar a cabo porque el rescate no llegó a tiempo. Esto fue una reproducción del panorama que hundió a la gigantesca empresa aseguradora AIG. Cuando AIG fue rescatada, Goldman Sachs fue reembolsada en su totalidad por el gobierno de EE.UU. por las apuestas colocadas a través de AIG.

MF Global no califica para el apoyo gubernamental, porque no es un banco minorista. Pero su mayor cliente, JP Morgan, lo es.

Cuanto más cambian las cosas, más permanecen iguales.

Las finanzas globales se mantienen adictas a niveles estratosféricos de apalancamiento, mientras se benefician de una 'puerta giratoria', en la cual los funcionarios y reguladores electos son más o menos idénticos a aquellos a los que se supone han de controlar. El actual presidente de US CFTC, uno de los organismos regulatorios responsables de compañías como MF Global, se ha desvinculado de participar en la investigación sobre fondos faltantes de  MF Global, en base a conflictos de interés. Trabajó junto con Corzine en Goldman Sachs…

¿Es el colapso de MF Global señal de más y mayores fracasos por venir? Indudablemente. Pero llamarlo "el canario en la mina de carbón financiera", le hace un flaco favor a la mina. Con todos sus riesgos, el carbón proporciona una fuente de energía. No se puede decir lo mismo de los derivados vinculados a la deuda soberana.

El desesperado esfuerzo para rescatar los bonos del gobierno europeo, nunca ha tenido que ver con sustentar medios de vida y servicios – se trata de rescatar a inversores que están comprando deuda gubernamental a una fracción de su valor nominal y cobrando intereses astronómicos. En tanto el desempleo aumenta y los servicios públicos son desmantelados, sumas de dinero inauditas continúan fluyendo hacia instrumentos pergeñados con un solo propósito: garantizar el flujo de fondos a los inversores financieros. Si MF Global hubiera ganado su apuesta, ningún trabajador del mundo estaría mejor. Pero, ganen o pierdan, nosotros pagamos.