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No levanten las sanciones a Birmania

25.04.12 Editorial
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El 23 de abril, los ministros del exterior de la Unión Europea votaron para suspender las sanciones contra Birmania, ostensiblemente por un año. En tanto los ministros del exterior estaban reunidos, los representantes parlamentarios de la Liga Nacional por la Democracia (NLD, en inglés), el partido de Aung San Suu Kyi, se negó a ocupar sus recién ganadas bancas en el parlamento. Los diputados de NLD comprensiblemente se niegan a prestar juramento de “salvaguardar” una constitución que institucionaliza el gobierno militar.

Si bien la UITA y el movimiento laboral internacional recibieron con beneplácito las (limitadas) elecciones parlamentarias y la (limitada) liberación de prisioneros politicos, los militares continúan ejerciendo un poder dictatorial. Bastante más de mil presos políticos continúan encarcelados, los militares, mediante un sistema de escaños reservados y gobernando con sus partidarios retienen el 80% de los escaños en el parlamento incluso después de las recientes elecciones. Además la censura y severas restricciones a la libertad de reunión y sindicación continúan en vigor. La Federación de sindicatos de Birmania (FTUB), un pilar del movimiento democrático, aún es considerada como una organización “terrorista”. Además el trabajo forzoso es una práctica generalizada por autoridades civiles y militares.

El 30 de marzo, de Gucht, el Comisionado de Comercio de la UE dijo que la Unión Europea “No se precipitará a continuar atenuando las sanciones por causa de las grandes empresas”, sanciones que incluyen la prohibición de invertir en sectores clave. “No debe sobreestimarse la presión que ejercen las compañías privadas y, ciertamente, no debe sobreestimarse la influencia que esto tiene en las decisiones que toman los políticos " dijo de Gucht a Reuters durante su visita a Camboya.

Sin embargo, de hecho, la UE cedió precipitada y desvergonzadamente a la presión que, de modo casual, de Gucht negara que pesa sobre los responsables de la toma de decisiones. De Gucht también dijo que la decisión de readmitir a Birmania al Sistema Generalizado de Preferencias de la UE (SGP) dependería del progreso en la erradicación del trabajo forzoso y que, en cuanto a esto, serían orientados por la OIT.

“Pronto habrá un informe de la OIT sobre trabajo forzoso en Myanmar, porque esa fue la razón principal por la que se suspendió el SGP a Myanmar. Y, dependiendo del resultado de ese informe, la Comisión Europea reconsiderará su posición respecto al SGP”, dijo, añadiendo “Sé que se está progresando en materia de trabajo forzoso…”.

El informe de la OIT de noviembre del 2011 al Consejo de Administración sobre trabajo forzoso en Birmania, no documenta reducción significativa sobre la utilización de trabajo forzoso. El informe pide “consultas significativas” entre la OIT y los militares a fin de abordar “Tanto la normativa como las prácticas que impulsan la utilización del trabajo forzoso por parte de los militares, incluidos en particular: el reclutamiento de niños en las fuerzas armadas; conscripción obligatoria en unidades de las fuerzas armadas, bomberos y milicia reservista; acarreo manual de cargas, construcción, mantenimiento y prestación de servicios en campamentos militares y trabajo agrícola obligatorio”. El informe registra un número de actividades de capacitación/concientización (“aún infructuosas”) con grandes inversores del sector privado, pero no registra una reducción del trabajo forzoso en ese mismo sector.

Los ministros de la UE tienen mucho que explicar.

La práctica del trabajo forzoso en gran escala no sólo formó parte de la medida para negar a Birmania la participación en el SGP. Formó parte esencial de la Posición Conjunta de la UE de 1996 que impuso sanciones al régimen, citando “en particular, la práctica de torturas, ejecuciones sumarias o arbitrarias, trabajo forzoso, violación de mujeres, arrestos políticos, desplazamiento forzoso de la población y restricciones de los derechos fundamentales de libertad de palabra, movimiento y reunión”. La Posición Conjunta estableció las bases para sucesivas medidas, incluida la prohibición de inversiones. El trabajo forzoso nunca ha sido considerado relevante sólo para el SGP – hasta ahora.
El progreso en Birmania es bienvenido. Avanzar más en Birmania requiere un coordinado ofrecimiento mundial a levantar las sanciones en forma progresiva en la medida que puedan medirse avances concretos frente a estos índices de 1996 y los indicadores de las sanciones a Birmania de febrero del 2012 establecidos por CSI.

La OIT también debe dar explicaciones. El reciente Memorando de Entendimiento de la OIT con el gobierno de Birmania brinda al régimen un prolongado respiro de 3 años de duración y, en apariencia, decidido en forma arbitraria. ¿Por qué tres años? La tarea es comenzar a erradicar el trabajo forzoso ahora, con el objetivo de eliminarlo con rapidez.

Con los inversores haciendo alarde de su fuerza, los plazos son particularmente maleables. Ahora que se han levantado las sanciones de la UE, será difícil imponerlas de nuevo, en particular cuando pueden invocarse, con facilidad, signos de “progreso”. El Memorando de Entendimiento no debe ser utilizado para allanar el camino a nuevas capitulaciones  – como readmitir a Birmania al SGP – en la vía del abandono de responsabilidades y principios democráticos.

Ahora no es el momento de levantar las sanciones que recaen sobre Birmania.