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El Congreso de la UITA define las contiendas y los objetivos para los próximos años

07.06.12 Feature
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El 26º Congreso de la UITA, celebrado en Ginebra del 15 al 18 de mayo en torno al lema “¡Organizar, luchar y ganar!”, fue el Congreso con mayor concurrencia y el más representativo en la historia de la organización, caracterizado por un gran espíritu de participación, compromiso militante y solidaridad.

Participaron en el Congreso 393 delegados (superando la cifra del año 2007), estando representadas fuertemente todas las regiones y los sectores.

La actividad del Congreso se centró en 4 grandes temáticas, concluyendo cada una con un conjunto específicamente definido de objetivos en torno a la capacidad de los miembros para organizarse, luchar y ganar con el fin de fortalecerse ellos mismos y a la UITA. La sesión relativa a “Organizar y ganar nuestro combate contra el trabajo precario” reveló el grado en que las afiliadas de la UITA consideran la batalla a la expansión de todas las formas de empleo precario como una de las áreas centrales, o quizás el área primordial de lucha para sus organizaciones y para el movimiento laboral en general. En forma entusiasta, el Congreso respaldó las propuestas para reforzar la labor de la UITA dentro de las compañías con miras a atacar sistemáticamente el crecimiento de los puestos de trabajo precario, esforzándose para organizar a los trabajadores/as precarios hacia la afiliación sindical y la cobertura de los convenios de negociación colectiva. Asimismo, las organizaciones sindicales tendrían que articularse en todos los niveles para un combate político y más eficaz de los esfuerzos legislativos que promuevan la expansión del empleo precario y supriman las protecciones existentes. Las intervenciones y las presentaciones de la Secretaría, pero principalmente las de los delegados y delegadas, evidenciaron que las organizaciones sindicales han tenido éxito al organizarse para revertir las pérdidas de efectivos y reconstruir el poder de negociación, convirtiendo puestos de trabajo precario en empleos directos y permanentes. Frente al embate de los puestos descartables de trabajo y el crecimiento de lugares de trabajo no sindicalizados, la UITA y las organizaciones miembro tendrían que coordinarse más eficientemente y concentrar sus esfuerzos.

Organizarse con el fin de revertir la propagación del trabajo precario --como todas las tareas que encaran la UITA y sus afiliadas-- significa organizar a la UITA como una fuerza internacional eficiente, en una primera instancia como una fuerza eficaz para hacer frente a las principales compañías transnacionales donde tantos miembros de la UITA están presentes o necesitan ser organizados. La sindicalización, tanto en las CTNs como en los sectores, requiere organizaciones plenamente funcionales, integradas y militantes, capaces de responder rápida y eficazmente a los efectos de defender a los miembros y organizar nuevos efectivos. Conquistar el reconocimiento y el deseo de cooperación de un mayor número de compañías fue un elemento crucial de esta tarea, como también lo fue reforzar la representación de la mujer.

La entusiasta recepción del lanzamiento de la campaña “¡Somos los 53!” en defensa de los miembros sindicales despedidos en la fábrica de Nestlé en Panjang, Indonesia, así como del fondo asociado a la campaña, puso de relieve el compromiso con la labor de la UITA en las compañías transnacionales, así como la cultura de solidaridad. El conflicto en Panjang fue dirimido atendiendo todos los reclamos sindicales en menos de 7 días después del Congreso. También el Congreso votó su apoyo a nuevas o actuales campañas de sindicalización y solidaridad en una serie de otras compañías y sectores en todo el mundo.

La organización en el marco de las compañías y los sectores no se lleva a cabo en un vacío político y algunos de los desafíos cruciales que enfrenta la UITA y los trabajadores y trabajadoras en general son puramente de naturaleza política. Muchos, si no la mayoría, de los tradicionales aliados del movimiento laboral habían sido absorbidos hacia el consenso neoliberal, habían sido agentes clave en la puesta en marcha de una agenda  de liberalización y fueron incapaces de defender los intereses de los trabajadores/as contra el ataque masivo en los niveles de vida, los bienes y el bienestar públicos, que constituyeron el eje de la nueva iniciativa de austeridad. La política se ha vuelto cada vez más privatizada, disminuyendo rápidamente el espacio para la participación y las alternativas democráticas a medida que los partidos, de izquierda y de derecha, simplemente ponen en ejecución decisiones que se adoptan fuera del proceso político. Ganar políticamente debía ser un elemento clave de todo programa serio de lucha y traducirse en un empeño activo para el mantenimiento y expansión de los bienes públicos y la formación de nuevas alianzas, a manera de ejemplo, con los movimientos de base popular, que impugnan la austeridad y el predominio de las finanzas y han surgido fuera de los tradicionales marcos sindicales y políticos. Un panel especial sobre la ‘Primavera Árabe’ con sindicalistas de Argelia, Bahrain, Egipto y Túnez subrayó el papel central de los trabajadores/as como catalizadores y garantes de la lucha democrática, como también los muchos retos que aún confrontan los trabajadores/as y los demócratas en África a la vez que en el Medio Oriente, como por supuesto en otros lugares.

En un mundo donde reina el hambre, donde muchos de los hambrientos y desnutridos del mundo son productores de alimentos y donde la generalizada depredación ecológica y una creciente apropiación de recursos por parte de las empresas colocan en peligro a todo el sistema alimentario, organizarse y ganar la batalla por los derechos a los alimentos y un sistema alimentario sustentable debe seguir siendo una tarea central para la UITA y sus miembros. El trabajo decente y los salarios mínimos dignos son fundamentales en un sistema alimentario sustentable. Las organizaciones sindicales deberían realizar un aporte crucial mediante, entre otras medidas, organizarse y luchar por salarios mínimos para los trabajadores/as de la alimentación, fortalecer los sindicatos de los trabajadores/as agrícolas, incrementar la capacidad sindical de negociación por sistemas alimentarios sustentables en todos los niveles, defender el derecho a los alimentos y el acceso universal al agua potable, así como combatir por cambios regulatorios y de políticas con el propósito de fortalecer la seguridad alimentaria en todos los ámbitos.

Todo el Congreso estuvo caracterizado por un alto grado de participación e intervención por parte de las delegaciones. La representación de la mujer --y en especial de delegadas con derechos de voto-- aumentó de 28% en el Congreso del 2007 a 39,9% en este Congreso, parcialmente como resultado de los cambios de los Estatutos que en el 2007 impusieron un mínimo de 40% de representación femenina.

Las elecciones en los órganos de dirección de la UITA introdujeron una nueva representación, al tiempo que mantuvieron la continuidad con el pasado. Ron Oswald y Hans-Olof Nilsson fueron electos unánimemente como Secretario General y Presidente de la UITA, respectivamente.

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