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La escisión de Kraft Foods reclama sus primeras víctimas

13.11.12 News
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"Como era de esperarse, son los trabajadores y trabajadoras los que están pagando el precio de la escisión de Kraft Foods", dijo PRO-GE la afiliada de UITA, en respuesta al anuncio realizado por Mondelez, el 30 de octubre, respecto al cierre de la planta tostadora de café Jacobs, en Viena (Austria). "Mondelez simplemente continúa con lo que ha sido, durante mucho tiempo, una práctica común en Kraft Foods: abandonar la política empresarial sustentable en favor de ganancias bursátiles a corto plazo."

Entonces, el 1º de noviembre, Mondelez anunció que se cerraría la panificadora Mr. Christie’s Bakery de Etobicoke, cerca de Toronto (Canadá) dejando a 550 personas sin trabajo.

La compañía aduce como razones para el cierre de la planta de Viena, "cambios en la conducta de los consumidores, la presente situación competitiva y el difícil entorno económico”. Pero el verdadero trasfondo es que la enorme deuda de Kraft Foods por la adquisición de la división galletas de Danone en 2007 y de Cadbury en el 2010, corresponde, a pesar de anuncios anteriores, casi por entero a Mondelez. Y esta deuda deberá ser saldada.

La venta de la propiedad de Toronto a promotores inmobiliarios que ya han rodeado el área con edificios residenciales de gran altura, ayudará en este aspecto. Según las autoridades del gobierno local, Mondelez Canadá ya está procurando conseguir la recalificación de la propiedad con fines de uso residencial.

La afiliada  de UITA, BCTGM, observa con inquietud que la mayor parte de la producción será transferida a terceros fabricantes no sindicalizados, y a México, transfiriéndose una parte muy pequeña a la planta organizada por BCTGM en Montreal.