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Por qué es importante Tiananmen

20.06.14 Editorial
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Se estima que el 4 de junio unos 180.000 ciudadanos de Hong Kong participaron en la conmemoración pública de la masacre de la Plaza Tiananmen, como siempre, con el apoyo y la participación entusiasta de la Confederación de Sindicatos de Hong Kong, única organización sindical independiente de China. En territorio continental, la policía de seguridad se preparó para la fecha con una operación nacional de detenciones preventivas y depurando Internet y las redes sociales de cualquier referencia a los acontecimientos de hace 25 años.

¿Por qué el 4 de junio, que marca tanto la brutal represión a un movimiento democrático masivo y la reaparición de las actividades de trabajadores y trabajadoras independientes en China, ha sido notoriamente minimizado, hasta olvidado, fuera de China?

June42014Hong Kong, 4 de junio de 2014 

Las economías más ricas del mundo dependen actualmente del gobierno chino y de empresas chinas para que sus capitales den rendimiento favorable y para tener una fuente constante de baratos bienes de consumo importados que financien los importantes fracasos sociales propios. Es de esperar - aunque no deberíamos aceptarlo - que esta dependencia forje las políticas de un régimen cuyo poder se basa en una enorme negación de los derechos humanos y democráticos. El movimiento obrero tiene principios propios, fundamentalmente diferentes. Entre ellos está el principio de solidaridad. ¿Los sindicatos actúan en solidaridad con las luchas de los trabajadores y trabajadoras en China?

TanksEn el movimiento democrático de 1989 los trabajadores y las trabajadoras surgieron como una fuerza independiente autoorganizada al formarse las Federaciones Autónomas de Trabajadores, que movilizaron a los trabajadores a participar en las protestas y piquetes organizados para defender a los manifestantes en la Plaza de Tiananmen. "Somos los baluartes del movimiento democrático", proclamó la Federación Autónoma de Trabajadores en mayo de 1989.

Los trabajadores activistas pagaron un alto precio por su participación; algunos todavía están presos y en campos de trabajo. 

Ha habido muchos cambios en China desde 1989; pero no en la esencial hostilidad del régimen hacia las organizaciones independientes de la clase trabajadora. La Federación Nacional de Sindicatos de China (ACFTU), hoy una presencia familiar en reuniones sindicales internacionales, permanece orgánicamente ligada al partido de gobierno. 

Las protestas populares nunca han sido tan generalizadas en China. Trabajadores y trabajadoras –especialmente desde las enormes huelgas de 2010 en la industria del automóvil–  participan habitualmente en huelgas y protestas masivas. Las iniciativas ciudadanas desafían con valentía la corrupción, el acaparamiento de tierras, la enorme contaminación y destrucción, que es el precio ambiental de la represión de los derechos democráticos. La función fundamental de ACFTU no consiste en dar respuesta a este malestar, sino en contenerlo. Los trabajadores y las trabajadoras que actúan de forma espontánea para defender sus derechos, y los derechos de la clase trabajadora, se encuentran en el lado equivocado de la ley. 

En mayo del año pasado, Wu Guijun, un trabajador migratorio, empleado desde hacía nueve años en una fábrica de muebles en Shenzhen, fue detenido y recluido en prisión, mientras que la policía intentaba acusarlo de "reunir a una multitud para alterar el orden social". En realidad, los trabajadores de la fábrica habían elegido a un grupo de representantes para negociar con la empresa en respuesta a un cierre aparente y a un traslado de la producción a una fábrica en el interior. Los trabajadores y trabajadoras pidieron ayuda a ACFTU y ésta no les hizo caso, entonces realizaron una breve huelga y solicitaron al gobierno de la ciudad que interviniera. Los líderes, incluido Wu Guijun, fueron arrestados. 

Las acusaciones contra Wu Guijun fueron retiradas el 9 de junio, después de haber estado un año preso, durante el cual se le impidió tener contacto con su familia. En varias ocasiones, los trabajadores y los defensores de los derechos laborales llenaron las salas de las audiencias judiciales. La UITA organizó una campaña de solidaridad internacional y movilizó miles de mensajes a las autoridades. ACFTU se mantuvo en silencio. 

Wu Guijun pasó un año detenido por la policía por defender el derecho a huelga. ¿Hay alguien en el movimiento sindical internacional que cuente con ACFTU –que en las elecciones de este año para representar a los trabajadores en el consejo de administración de la OIT obtuvo amplia mayoría de votos– para defender estos y otros derechos básicos contra los ataques patronales sostenidos cuando no defienden estos derechos en su país?

La enorme clase obrera de China participa en una gigantesca actividad colectiva para definir y defender sus intereses. Esta oleada de lucha va a generar a la larga, organizaciones que desafíen las estructuras de poder que hasta ahora se han logrado contener. Nuestra función es dar apoyo y solidaridad. 

El 4 de junio pertenece al patrimonio común de la clase obrera. Los gobernantes de China se basan en la amnesia y en la represión para imponer su dominio. ¿Ahora y en el futuro, los trabajadores y las trabajadoras de China van a ver a los sindicatos como "baluartes del movimiento democrático del mundo" o como organizaciones empañadas por su compromiso con ACFTU que sigue siendo parte inherente de la misma maquinaria que reprimió brutalmente a valientes trabajadores y estudiantes hace 25 años?