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Defensa de la democracia en Indonesia

23.10.14 Editorial
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La toma de posesión del presidente electo democráticamente en Indonesia, Joko Widodo ("Jokowi") el 20 de octubre marca el triunfo más importante para la democracia desde la caída de la dictadura militar de Suharto en 1998. La importancia no radica en haber ganado las elecciones presidenciales en julio, sino en quién las perdió. El ex general del ejército Prabowo Subianto fue quien perdió las elecciones por estrecho margen, con una plataforma política que se burló de la democracia como ineficaz e irrelevante para las masas indonesias mientras prometía un regreso al férreo régimen del Nuevo Orden.  De hecho, la imagen de Suharto –que gobernó Indonesia durante 32 años bajo una represiva dictadura militar– formaba parte de la campaña electoral de Prabowo, apareciendo en carteles de todo el país.

El propio Prabowo (quien fuera yerno de Suharto) tiene un historial de graves violaciones de los derechos humanos, como haber participado en el secuestro y desaparición de defensores de los derechos humanos en 1998 y haber orquestado asesinatos masivos en Timor Oriental. A pesar de estos antecedentes de violaciones de derechos humanos y un claro compromiso de desmantelar la democracia y restaurar el régimen autoritario, Prabowo recibió un gran apoyo de algunos de los mayores sindicatos de Indonesia. Con displicencia por los derechos humanos como si no fuesen una inquietud sindical, estos sindicatos declararon oficialmente su apoyo a Prabowo y sumieron al movimiento sindical de Indonesia en su mayor crisis en los 16 años desde el fin de la dictadura de Suharto. Como estos sindicatos incluyen a algunos de los mayores sindicatos industriales nacionales afiliados a nivel internacional, esto a su vez se ha convertido en una crisis para el movimiento sindical internacional.

Cuando Prabowo perdió las elecciones de julio estos sindicatos movilizaron a decenas de miles de trabajadores para protestar por los resultados de las elecciones y declararon que iban a derrocar al gobierno Jokowi. Ocurrió a pesar de las políticas sociales progresistas de Jokowi, incluido el acceso gratuito a la salud y la educación para las familias de bajos ingresos, el apoyo social a las comunidades más pobres, la restauración del transporte y los servicios públicos y la erradicación de la corrupción en el gobierno. Lo más importante es el claro compromiso de Jokowi para defender la democracia y hacer que funcione. Sin embargo, hubo sindicatos que se movilizaron para oponerse. Cuando finalmente la impugnación de los resultados de las elecciones presentada por Prabowo fue rechazada por las autoridades electorales, éste declaró que ya no deberían celebrarse elecciones directas en Indonesia sino que se debía restablecer el sistema de designación política que existía bajo la dictadura de Suharto. Una vez más, algunos sindicatos se unieron para apoyar este ataque a la democracia.

Compárese con la valiente lucha por la democracia en Hong Kong donde cientos de miles de personas han salido a las calles para exigir el derecho a elecciones directas. La Confederación de sindicatos de Hong Kong (HKCTU) tuvo un destacado papel, llamando a una huelga general el 29 de septiembre. La UITA está tremendamente orgullosa de nuestras afiliadas hongkonesas, que se unieron a esta huelga y apoyaron las protestas pro-democracia.

En Indonesia, estamos orgullosos de nuestros miembros por no estar entre los sindicatos que declararon oficialmente su apoyo a Prabowo ni se movilizaron contra la democracia. Si nuestras afiliadas lo hubiesen hecho. habrían entrado en conflicto directo con los principios y valores de la UITA y habrían sido expulsadas. No hay lugar en la UITA para sindicatos que apoyan a dictadores o potenciales dictadores. En 2012 el 25° Congreso de la UITA reafirmó la necesidad de que los sindicatos se organicen para "recuperar para la política el efectivo control democrático sobre las fuerzas económicas que dan forma a nuestras vidas" y luchar "hombro con hombro con los que siguen tratando de establecer derechos políticos y democráticos básicos en sus países". No se trató de una resolución sino de un llamado urgente a reconstruir y defender el sistema democrático del que dependen todas nuestras metas como movimiento sindical. Por este motivo, nuestros miembros en Hong Kong salieron a la calle en apoyo a la democracia y por eso nuestros miembros en Indonesia no salen a las calles en apoyo de la dictadura.

La lucha está lejos de terminar en Indonesia y la presidencia de Jokowi se enfrentará a una crisis continua de los elitistas intereses políticos y militares que intentan restaurar la dictadura del Nuevo Orden. Los sindicatos auténticos en Indonesia deben permanecer comprometidos con la lucha por la defensa de la democracia y de los derechos democráticos frente a esta amenaza. Y a nivel internacional debemos apoyarlos.