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Múltiples amenazas a la democracia

14.01.15 Editorial
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Journalists

Millones de personas se manifestaron en toda Francia el 11 de enero en solidaridad con las víctimas de los ataques terroristas relacionados con el semanario Charlie Hebdo y contra clientes que compraban en un mercado kosher. Las organizaciones sindicales pidieron a sus miembros y a la ciudadanía que se manifestaran en apoyo de los "valores republicanos" de la libertad, la igualdad, la fraternidad y se notó bien su presencia. Frente a este tipo de atentado, son las consignas correctas. El terrorismo en todas sus variedades es un ataque frontal contra los valores democráticos del movimiento obrero.

Millones de personas marcharon bajo el lema 'Soy Charlie', pero como destacó el secretario general de Reporteros sin Fronteras sobre la participación de muchos dirigentes políticos internacionales en la manifestación de París, "tenemos que demostrar nuestra solidaridad con Charlie Hebdo sin olvidar todos los otros Charlies del mundo. Sería inaceptable que los representantes de los países que silencian a los periodistas se aprovecharan del derramamiento actual de emoción para tratar de mejorar su imagen internacional y continuar sus políticas represivas cuando regresen a casa ".

Podría haber añadido que muchos de los países representados en París tienen registros igualmente negativos sobre una amplia gama de otros temas relacionados con los derechos civiles, políticos y sociales. No nos podemos olvidar de los otros Charlies, ni podemos olvidar a las otras víctimas del terrorismo. En la semana anterior a los atentados de París, se estima que 2.000 civiles fueron asesinados por terroristas en el norte de Nigeria; los medios de comunicación internacionales y los "dirigentes mundiales" reunidos en París, prestaron poca atención.

Indiscutiblemente el terrorismo está en aumento, y hace uso de manera efectiva de sofisticadas técnicas que potencian su atractivo y su potencial mortal. El racismo y la xenofobia organizados también están creciendo y prosperando. Ambos tienen que ser combatidos con firmeza, pero no con una repetición de la desastrosa "guerra contra el terror" de Bush ni con más crecimiento de la vigilancia del estado. Para defender los "valores republicanos" de la igualdad, libertad y fraternidad tenemos que restaurar su relevancia en un mundo que, para muchos, les ha drenado el significado. No vamos a derrotar el fanatismo y la intolerancia "uniéndonos" detrás de un statu quo que está socavando la democracia y generando pobreza y desigualdad en gran escala. Contrariamente a lo que han estado diciendo "dirigentes mundiales" durante décadas, hay una alternativa al statu quo, y se construye luchando por la verdadera libertad y solidaridad.