Solidaridad de la UITA con los sindicatos coreanos a medida que el gobierno intensifica la represión

Los fiscales públicos piden ocho años de prisión para Han Sang-gyun, Presidente de la Confederación de Sindicatos de Corea (KCTU), acusado de cometer "delitos" por sus funciones en la organización cuando se realizan huelgas y protestas contra las políticas del gobierno que aumentan más la precariedad del empleo y reducen el ámbito de la actividad sindical. A medida que el gobierno redobla sus ataques contra los sindicatos, las protestas democráticas, los derechos básicos y las libertades civiles, la fiscalía justifica la sentencia sin precedentes diciendo que la denuncia de Han contra su orden de captura es "un delito grave que podría destruir las bases del estado de derecho”.

Cerca de 600 dirigentes y miembros de la KCTU han sido detenidos en relación con las huelgas y las protestas de 2015 que constituyen la base de la acusación a Han. Siete todavía están presos y 13 fueron declarados culpables y condenados por plazos entre 8 y 18 meses de prisión. El Secretario General de KCTU, Lee Young-joo, no ha podido salir de la oficina del sindicato ya que se publicó en diciembre del año pasado una orden de detención por acusaciones penales.

El 17 de julio, el Relator Especial de la ONU sobre la libertad de reunión y asociación pacíficas entregó un  informe (en inglés) al Consejo de Derechos Humanos, que es muy crítico con la creciente criminalización de la protesta y de la actividad sindical en Corea. Una delegación de ONG, entre ellas la KCTU viajó a Ginebra para asistir a la sesión del Consejo de Derechos Humanos y para manifestarse fuera de la sede de la ONU, donde se unió a ellos el 15 de junio un grupo internacional de la UITA. Al día siguiente, la secretaría de la UITA recibió una visita de la delegación coreana, integrada por el director internacional de KCTU Ryu Mikyung y Baek Minjuwha, la hija del agricultor Baek Nam-gi. Baek fue golpeado por los cañones de agua de la policía y quedó inconsciente (en inglés) cuando la policía atacó a los participantes de la marcha nacional realizada en Seúl el 15 de noviembre del año pasado, y ha estado en estado de coma desde entonces. A través de su oficina en Corea, la UITA ha estado respaldando activamente al movimiento de agricultores, en particular la lucha contra el Acuerdo de Asociación Transpacífica  (TPP) que fortalece el poder de la agroindustria a costas de la forma de subsistencia de los agricultores,  al igual que la defensa de los sindicatos y sus derechos.