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Zimbabue: mordidas de cocodrilo

13.08.18 Editorial
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La represión del gobierno a raíz de los controvertidos resultados electorales se ha intensificado luego de que el ejército usara munición real en forma indiscriminada y matara al menos a seis manifestantes en la capital, Harare, el 1º de agosto. Amnistía Internacional denunció "una campaña despiadada de tortura, intimidación y represión a voces disidentes".

"La apariencia de respeto por los derechos humanos y por un gobierno democrático, que el presidente Emmerson Mnangagwa declaraba, ahora claramente ha desaparecido", dice Amnistía. Nadie tendría que sorprenderse. ZANU-PF ha estado construyendo su formidable aparato represivo durante décadas, comenzando con el asesinato sistemático por parte del ejército de miles de ciudadanas y ciudadanos ndebele en la década de 1980. El fraude electoral y la represión masiva crecieron en la campaña para cooptar y aniquilar a la vez al opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC por su sigla en inglés)  durante el absurdo período de gobierno de coalición entre 2009-2013. El presidente Mnangagwa, conocido como 'el cocodrilo', proviene del aparato de seguridad. El general que ideó la expulsión del presidente Robert Mugabe en noviembre pasado despidió en abril, en su actual cargo de vicepresidente, a 16.000 enfermeras y enfermeros en huelga.

Mnangagwa ha declarado que Zimbabue está "abierto a los negocios" en un intento por resucitar una economía devastada por años de saqueo y corrupción. Trabajadoras y trabajadores, ciudadanas y ciudadanos de Zimbabue pueden enfrentar pronto la represión del gobierno en alianza con un nuevo programa de austeridad financiado por las instituciones internacionales de crédito. Las exigencias de los acreedores de mayor reducción del gasto público en un país con un 90% de desempleo solo se pueden imponer por la fuerza. Junto con las profundas divisiones entre facciones dentro del complejo formado por el partido, el ejército y la seguridad, la situación es explosiva.

Las oficinas de Harare de la central nacional sindical, Congreso de Sindicatos de Zimbabue (ZCTU por su sigla en inglés), uno de los pilares originales del MDC, fueron atacadas por el ejército el 1º de agosto. Las organizaciones sindicales van a seguir bajo presión. Una solidaridad activa con nuestras compañeras y compañeros de Zimbabue es más urgente que nunca.