Solidaridad global el Día Internacional de los Derechos Humanos con quienes defienden derechos en Filipinas

Las organizaciones sindicales de todo el mundo, nacionales e internacionales, toman medidas el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, para destacar la violencia organizada contra sindicalistas, defensoras y defensores de derechos humanos en Filipinas. Según el Centro de Derechos Sindicales y Humanos de Filipinas, al menos 43 dirigentes sindicales, han muerto por asesinato desde que Rodrigo Duterte asumió el cargo en junio de 2016.

Una de las primeras víctimas de las ejecuciones extrajudiciales fue Orlando Abangan (solamente en inglés),  organizador de la central nacional SENTRO y dirigente del Partido ng Manggagawa(PM). Otro sindicalista del PM, Dennis Sequeña, fue asesinado en junio de este año.

Secretaria General de la UITA, Sue Longley. La UITA trabaja con afiliadas en Filipinas e internacionales para exigir acciones que detengan los abusos desenfrenados de derechos humanos y los ataques contra sindicalistas.

La violencia sistemática contra sindicalistas, organizadoras y organizadores comunitarios, periodistas y activistas de derechos humanos apuntala la práctica generalizada de red-tagging (‘etiquetado rojo’), con ello se desprestigia a sindicatos y sus miembros como si fuesen agentes de subversión y así se legitima la represión del Estado. En una declaración de SENTRO del 10 de diciembre, Danny Edralin, presidente de SENTRO y Secretario General de la afiliada a la UITA NUWHRAIN, denunció esta práctica por "dar al ejército justificación e impunidad para atacar a sindicalistas y generar temor entre trabajadoras y trabajadores", así como desalentar la formación de sindicatos independientes.

Manifestación de SENTRO en Manilla el 10 de diciembre.

En las operaciones de Coca-Cola en Filipinas, la gerencia llevó al supuesto personal policial, a una ‘reunión del gobierno local’ con trabajadoras y trabajadores, de la planta de Bacolod City de la compañía, donde se les aconsejó que renuncien a su afiliación al sindicato afiliado a SENTRO. Herbert Demos, Coordinador de SENTRO en la ciudad de General Santos, ha sido amenazado públicamente por la dirección de una fábrica de conservas de pescado por ayudar a las personas que allí trabajan a organizar su propio sindicato independiente.

En toda Filipinas, trabajadoras, trabajadores y sindicalistas cuentan historias similares. La violencia desatada y legitimada por la "guerra contra las drogas" del régimen de Duterte ha permitido un ataque organizado contra la vida y las libertades de todas las personas que intentan ejercer sus derechos fundamentales. La medida sindical del 10 de diciembre anuncia la decisión del movimiento sindical mundial de defender estos derechos y detener la violencia y la intimidación.