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Irán: trabajadores azucareros con hambre en medio de la corrupción generalizada

28.05.20 News
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El pueblo de Irán no solo ha pagado un alto precio por la fallida respuesta de las autoridades a la propagación del coronavirus, el país está gangrenado por la corrupción generalizada, cuyo precio paga la población trabajadora.

Omid Asadbeigi, propietario del gigante complejo azucarero agroindustrial Haft Tapeh en Shush, es sometido a juicio en este momento en Teherán junto con otras veintena de acusados de contrabando de divisas, operaciones ilegales y sobornos por un total de 1.400 millones de dólares, una enorme suma de dinero en un Irán con escasos recursos. Según la televisión estatal, el fiscal calificó la operación de «nuevo récord nacional". Se acusa a Asadbeigi y a los demás de utilizar el acceso privilegiado a préstamos en moneda fuerte a una tasa especial para vender ese dinero al triple en el mercado.

En apariencia, el dinero para Haft Tapeh era para financiar inversiones en nueva maquinaria para el principal productor azucarero del país. Asadbeigi adquirió la compañía estatal en una turbia operación en 2015 a una fracción de su valor. En ese momento, la empresa estaba muy atrasada en los pagos al sistema de seguridad social y debía salarios de muchos meses. La reciente donación de efectivo al propietario no ha cambiado nada, los trabajadores de Haft Tapeh no han cobrado sus salarios desde mediados de marzo y los conductores no cobran desde febrero.

En 2008, los trabajadores de Haft Tapeh establecieron un sindicato independiente, afiliado a la UITA, en el transcurso de una huelga de 42 días por salarios no pagados. Se han visto obligados a recurrir a huelgas y manifestaciones desde entonces debido a los atrasos salariales periódicos y cuantiosos. En lugar de actuar para garantizar el pago de salarios y beneficios, el régimen llama periódicamente al ejército y la policía para reprimir las protestas obreras. Los trabajadores de Haft Tapeh estaban manifestándose por salarios en noviembre del año pasado, cuando Irán se vio sacudido por un levantamiento nacional de la población urbana pobre, lo que causó el cierre de Haft Tapeh. Regresaron a trabajar en diciembre, sus salarios aún estaban atrasados y ahora el ciclo de pobreza y corrupción empezó de nuevo.

Trabajadores de Haft Tapeh se manifiestan en Shush en noviembre de 2019 para reclamar el pago de salarios

En el opaco mundo de la política iraní, los juicios y procesamientos penales se utilizan para resolver rencillas internas entre facciones gobernantes. Cualquiera que sea la resolución judicial que surja, será imposible mapear el circuito preciso de corrupción que dio a una empresa acceso a un enorme tesoro de divisas mientras deja que sus trabajadores se mueran de hambre. Para la UITA, lo primordial es lo siguiente: que todos los trabajadores de Haft Tapeh reciban la totalidad de sus salarios y beneficios regularmente, y que la compañía y el régimen reconozcan al sindicato.