El 28 de octubre, el Tribunal de Empleo de Londres dictaminó que los conductores de Uber son trabajadores con relación de empleo, no “autónomos” y, como trabajadores tienen derechos exigibles, incluido un salario mínimo garantizado, pausas remuneradas y paga vacacional. La decisión se produjo como respuesta a dos casos de prueba presentados en nombre de los conductores por GMB, afiliada a la UITA, en junio.
El director jurídico del sindicato consideró la decisión como una victoria “que tendrá un efecto enormemente positivo sobre más de 30.000 conductores de Londres y de toda Inglaterra y Gales, y para otros miles en diferentes industrias donde el falso autoempleo es moneda corriente”.