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La amplia oposición frena la reautorización del glifosato en la UE – ¿por cuánto tiempo?

15.06.16 Feature
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Las firmes movilizaciones de una amplia coalición de grupos de ciudadanos, incluidos los sindicatos, han logrado impedir temporalmente que la UE renueve la autorización del glifosato, el herbicida más usado del mundo y el ingrediente activo del Roundup de Monsanto. La Comisión Europea y los gobiernos nacionales maniobran entre la presión del lobby agroquímico, organizado en el Grupo de Trabajo de glifosato, y una insurgencia popular que no muestra signos de retirarse.

Pese al informe del año pasado del Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud, que concluyó que el glifosato es probablemente carcinógeno para los seres humanos  (y por lo tanto ilegal según la ley de plaguicidas de la UE), en noviembre de 2015, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) recomendó positivamente la reautorización del glifosato, e incluso propuso aumentar los niveles de exposición permisibles.

La práctica rutinaria normal hubiese sido que la reautorización siguiera adelante, pero la masiva oposición al uso de glifosato se elevó hasta convertirse en un poderoso tema político. El 13 de abril, el Parlamento Europeo aprobó por abrumadora mayoría una resolución declarando que la Comisión no había podido poner en práctica el principio de precaución y actuar para asegurar un elevado nivel de protección de la salud humana y el medio ambiente. La resolución recomendaba una reautorización limitada solamente, con importantes restricciones.  La resolución fue soslayada, pero ya van tres veces que la Comisión no logra obtener el apoyo necesario del comité técnico, por el cual debe pasar la autorización, donde se necesita una mayoría especial que represente el 65% de la población de la UE. En la última votación, Alemania, Francia, Italia, Austria, Portugal y Luxemburgo se abstuvieron. El proceso pasa ahora a un Comité de Apelación, que se reunirá el 24 de junio. A falta de aprobación allí, la Comisión igual puede aprobar unilateralmente la reautorización.

El Presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha sugerido que cada estado miembro puede optar por prohibir o restringir el uso del glifosato, sabiendo que eso podría dejarlos vulnerables a posibles demandas de la industria. Según los informes, Francia, Alemania e Italia han instado a Juncker a aprobar la nueva autorización mientras que se abstienen en la votación en el Comité de Apelación, transfiriendo la responsabilidad de una medida impopular a la Comisión, a la vez que mantienen su credibilidad con la opinión pública en el país. Y el glifosato está ahora bajo escrutinio de la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA por su sigla en inglés), cuyos procedimientos operan en un terreno más restringido que AESA. La revisión de la ECHA puede decidir una prohibición del uso comercial del glifosato, cualquiera sea el resultado de la controversia actual, o puede ser la base para renovar la autorización.

En una carta del 13 de junio a Juncker y al Comisario Europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, la UITA se unió a 30 organizaciones medioambientales, médicas, sanitarias y de consumidores para insistir en que la autorización del glifosato no se extienda más allá del 30 de junio, que es cuando vence la autorización vigente. La UITA trabajará activamente para asegurar que el Comité de Apelación no apruebe la continuación del uso del glifosato ni lo autorice una revisión de la ECHA. Y seguiremos trabajando para la reducción y eliminación de productos químicos tóxicos en la producción de alimentos que ponen a los trabajadores y trabajadoras agrícolas en la primera línea de exposición a los peligros que amenazan el medio ambiente y la salud humana en general, a través de la contaminación más generalizada.