Publicado: 04/03/2022

Mientras el Ministerio de Trabajo de Brasil, respaldado por intereses corporativos, se prepara para modificar la norma reglamentaria No. 36 (NR-36) que rige la salud y la seguridad en la industria cárnica del país, la organización regional europea de la UITA, EFFAT, convocó una reunión multirregional de la UITA con el eurodiputado Bernd Lange, presidente de la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo.

Luego de 15 años de campañas nacionales e internacionales en favor de lugares de trabajo más seguros en los sectores de carnes y aves, la adopción de la NR-36 en el procesamiento de carnes y aves en 2013 fue un gran avance en Brasil. Derogar o modificar esta medida supondría:

  • Socavar la salud y la seguridad de más de 500.000 trabajadores y trabajadoras , en un sector plagado de lesiones
  • Negar la participación de personas trabajadoras y sus sindicatos en el desarrollo y la supervisión de la salud y la seguridad en el lugar de trabajo de acuerdo con las normas internacionales, incluida la C155 sobre salud y seguridad en el trabajo.
  • Contradecir la evolución internacional en materia de salud y seguridad en el trabajo e ir en contra de los debates celebrados este año en la Organización Internacional del Trabajo para elevar la salud y la seguridad en el trabajo a la categoría de principio y derecho fundamental en el trabajo

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Kristjan Bragason, Secretario General de la EFFAT, declaró: "La lucha de nuestros colegas en Brasil es nuestra lucha. En EFFAT pensamos que el comercio internacional nunca debe conducir a una carrera global a la baja en términos de derechos y condiciones de trabajo a través de la competencia desleal."

Gerardo Iglesias, Secretario Regional de la UITA para América Latina, declaró además: “Entre diez y veinte mil trabajadores y trabajadoras indígenas están empleados en las plantas empacadoras de carne de Brasil. La derogación de la NR-36 sería muy perjudicial para las comunidades que recurren a viajes diarios de muchas horas a las plantas empacadoras de carne y otras grandes industrias para obtener empleo porque les queda poca tierra debido a la deforestación”.

Entre diez y veinte mil indígenas trabajadores y trabajadoras trabajan en los frigoríficos de Brasil. La derogación de la NR36 sería muy perjudicial para las comunidades que se desplazan durante horas a los frigoríficos y a otras grandes industrias para conseguir empleo, ya que se han quedado con poca tierra debido a la deforestación.
Gerardo Iglesias, Secretario Regional de la UITA para América Latina