Publicado: 19/01/2022

En 2011, las autoridades kazajas abrieron fuego contra una huelga petrolera pacífica de trabajadores y trabajadoras en la ciudad de Zhanaozen. Este tiroteo, en el que murieron al menos 16 personas, fue la culminación de los esfuerzos del gobierno por destruir las libertades democráticas y los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Pero no tuvieron éxito. A pesar de la brutal represión, los trabajadores y trabajadoras ha seguido luchando. En 2021 se produjo un número de huelgas sin precedentes en todo el país. Su principal reivindicación era el reconocimiento del derecho a formar un sindicato. Las autoridades han seguido ignorando esta reivindicación.

El 1 de enero de 2022, una fuerte subida del precio del gas provocó una protesta espontánea de trabajadores y trabajadoras, que volvieron a salir a la calle. Se cerraron muchas fábricas. Las reivindicaciones sociales fueron acompañadas de demandas de democratización; sin embargo, al cabo de unos días, estalló el caos con diversos grupos disputándose el poder y con una escalada de violencia en todo el país. En la actualidad, el presidente kazajo está centrado en restablecer el orden en el país, pero sigue siendo una incógnita cuán duradero y estable será.

Sin el establecimiento de instituciones democráticas, un parlamento y unos tribunales independientes, la libertad de prensa y el reconocimiento efectivo de la libertad de asociación para trabajadores y trabajadoras, no puede haber una paz estable y duradera. El gobierno debe aplicar las recomendaciones de la OIT sobre la reforma de la legislación laboral, poner fin a la persecución de los sindicalistas, remediar los actos anteriores de represión antisindical y permitir que expertos independientes investiguen los trágicos sucesos de Zhanaozen en 2011.

Después de 30 años de independencia, Kazajstán debe reconocer finalmente el principio básico de la OIT de que la paz universal y duradera sólo puede establecerse si se basa en la justicia social. La UITA seguirá apoyando a nuestras afiliadas y al movimiento obrero independiente de Kazajstán.

Para más información, visite la Misión Internacional de Vigilancia de los Derechos Laborales en Asia Central

Sin el establecimiento de instituciones democráticas, un parlamento y unos tribunales independientes, la libertad de prensa y el reconocimiento efectivo de la libertad de asociación para trabajadores y trabajadoras, no puede haber una paz estable y duradera.