Publicado: 12/08/2022

Tras más de dos años de crisis por la COVID-19, la juventud trabajadora se ha visto y se sigue viendo afectada de forma desproporcionada por las consecuencias económicas de la pandemia. Ellas y ellos se han enfrentado a despidos masivos, reducción de la jornada laboral y, en muchos casos, a condiciones de trabajo peligrosas o insalubres provocadas por el propio virus. El reto más reciente de la inflación también afecta de forma desproporcionada a los trabajadores y trabajadoras jóvenes, ya que los precios aumentan, incluidos los costos de la vivienda, que apenas pueden pagar con sus bajos salarios y sus precarias condiciones de trabajo.

Dadas estas condiciones y la aceleración de la crisis climática, podemos inspirarnos en el compromiso de esta generación para hacer valer su poder, en particular a través de su compromiso con la sindicalización. La juventud trabajadora está liderando una oleada de esfuerzos de organización sindical pocas veces vista, incluyendo los muy celebrados esfuerzos de trabajadores y trabajadoras de Starbucks en Estados Unidos. A pesar de los esfuerzos de Starbucks por acabar con el sindicato, incluidas sus amenazas de eliminar las disposiciones de asistencia sanitaria para las trabajadoras y trabajadores trans, las jóvenes trabajadoras y trabajadores del colectivo LGBTI de Starbucks han resistido y están ganando, un importante ejemplo de solidaridad e interseccionalidad en el movimiento laboral.

Históricamente, los trabajadores y trabajadoras jóvenes en muchos sectores de la UITA han estado desorganizados/as. Estamos viendo que esta tendencia empieza a cambiar, y debemos seguir desafiándola más. Por ello, el 12 de agosto, Día Internacional de la Juventud, defendemos el tema de este año: "La solidaridad intergeneracional: Creando un mundo para todas las edades". Juntas y juntos, jóvenes y mayores, heterosexuales y LGBTI, migrantes e indígenas, mujeres, hombres y personas no binarias trabajadores y trabajadoras, debemos fertilizar los crecientes movimientos para crear un futuro más justo, equitativo y ecológicamente sostenible.

Lo hacemos organizando y luchando juntos/as por nuestros derechos y apoyándonos y escuchando a los demás.

 

Juntas y juntos, jóvenes y mayores, heterosexuales y LGBTI, migrantes e indígenas, mujeres, hombres y personas no binarias trabajadores y trabajadoras, debemos fertilizar los crecientes movimientos para crear un futuro más justo, equitativo y ecológicamente sostenible.