Publicado: 26/01/2021

Dos años de violencia selectiva, arbitrariedad e injusticia contra las mujeres en Argelia

Si 2020 fue el año de la persecución, la represión y la violencia selectiva contra las mujeres, 2021 parece peor. En efecto, fue inaugurado por el encarcelamiento, la persecución y la represión de las activistas implicadas en el movimiento popular de Hirak.

El comité nacional de trabajadoras de la afiliada de la UITA SNAPAP/CGATA condena enérgicamente el encarcelamiento arbitrario, ilegal e injusto de Dalila Touat, Namia Abdelkader y Bendouda Fatma, actualmente encarceladas en Argelia por sus posiciones políticas. También condenamos los procesos judiciales contra ellas, así como el acoso orquestado a través de las redes sociales que sigue victimizándolas.

Está claro que las autoridades en el poder ven con malos ojos el compromiso activo y la participación masiva de las mujeres en el movimiento popular del 22 de febrero. Quieren amputar a toda costa a Hirak de un componente muy activo en todo el territorio nacional: las mujeres sindicalistas, las activistas por los derechos de las mujeres, las blogueras y las denunciantes, así como todas las que lideran la lucha por la libertad.

El comité nacional de trabajadoras del SNAPAP/CGATA llama quienes están convencidos de que la solidaridad constituye una fuerza activa contra la opresión y la represión a unir nuestras voces y a cerrar nuestras filas para llevar a cabo acciones conjuntas sobre el terreno.

Instamos al gobierno a que ponga fin a toda persecución, encarcelamiento arbitrario e injusto y procesamiento de mujeres activistas y a que libere a todas las personas presas de conciencia de Argelia.

Instamos al gobierno a que ponga fin a toda persecución, encarcelamiento arbitrario e injusto y procesamiento de mujeres activistas y a que libere a todas las personas presas de conciencia de Argelia.
Yamina Meghraoui, presidenta del Comité nacional de  mujeres de SNAPAP/CGATA, afiliada de la UITA