El 28 de abril, Día Internacional en Memoria de las Personas Trabajadoras Fallecidas y Heridas, lloramos a las personas fallecidas en el trabajo y nos comprometemos a luchar arduamente por la visa al lograr lugares de trabajo más seguros.
En 2022, la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT acordó incluir el derecho a un lugar de trabajo seguro y saludable como derecho fundamental en el trabajo, junto con el derecho a la negociación colectiva y la libertad de asociación, la igualdad, el no trabajo forzoso y el no trabajo infantil.
La exposición a los pesticidas mata o destruye regularmente la salud de miles de personas trabajadoras agrícolas. Un impactante informe de 2021 estimaba en 385 millones los casos anuales de intoxicaciones agudas no intencionadas por plaguicidas, incluidas 11.000 muertes en el sector agrícola.
Este año, la UITA se une a los sindicatos mundiales y a las federaciones nacionales para exigir un control más eficaz del comercio internacional de sustancias químicas peligrosas. En la economía mundial circulan más de 350.000 productos químicos, supuestamente controlados por el Convenio de Rotterdam; sin embargo, el movimiento sindical ha sido muy crítico con el Convenio por su débil procedimiento, que ha dado lugar al fracaso en el control del paraquat y el amianto. También es preocupante la influencia de la industria de los plaguicidas en la aplicación del Convenio.
En la actualidad, el procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo (CFP) del Convenio para plaguicidas y productos químicos peligrosos garantiza que los países que exportan plaguicidas deben solicitar el consentimiento fundamentado previo de los países importadores antes de proceder al envío; sin embargo, para incluir productos en la lista mediante el procedimiento CFP es necesario llegar a un consenso. Este requisito, introducido inicialmente para fomentar la cooperación, se ha convertido en un mecanismo de veto que amenaza la viabilidad y eficacia del Convenio. Un pequeño grupo de países sigue bloqueando la inclusión en la lista de varias sustancias altamente peligrosas.
En mayo de 2023, la11ª Conferencia de las Partes del Convenio de Rotterdam se reunirá en Ginebra, y la UITA, junto con los sindicatos mundiales afines, hará campaña para la adopción de un nuevo anexo al Convenio que permitirá a las partes que deseen compartir información sobre una sustancia considerada peligrosa por el Comité de Examen de Productos Químicos hacerlo, incluso cuando la inclusión de la sustancia en la lista haya sido bloqueada por no haberse alcanzado un consenso. La inclusión en el nuevo anexo requerirá una mayoría de votos del 75%. Además, en el caso de los productos químicos incluidos en el nuevo anexo VIII, se requerirá el consentimiento fundamentado previo explícito del país importador antes de que puedan enviarse las sustancias peligrosas.
Además del apoyo sindical, la enmienda cuenta con el firme respaldo de muchos países y numerosos expertos, entre ellos tres relatores especiales de la ONU: Marcos Orellana, Relator Especial sobre sustancias tóxicas y derechos humanos; David R. Boyd, Relator Especial sobre derechos humanos y medio ambiente; y Pedro Arrojo-Agudo, Relator Especial sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento.
Han emitido una declaración conjunta en la que reconocen la importancia del Convenio de Rotterdam como "herramienta para avanzar en el derecho a la información y prevenir eficazmente la exposición de las personas, el suelo y los recursos hídricos a sustancias tóxicas", pero critican el procedimiento que permite a un puñado de países "bloquear persistentemente la inclusión de sustancias químicas peligrosas en las listas".
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