En octubre se cumple el segundo aniversario de la asociación tóxica de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) con CropLife International (CLI), la asociación comercial mundial de las mayores empresas de plaguicidas del mundo. La UITA, junto con la Red de Acción contra los Plaguicidas y otras numerosas organizaciones, renuevan nuestro llamamiento a la disolución inmediata de esta asociación.
- Los miembros de la CLI obtienen más del 35% de sus ingresos de la venta de plaguicidas altamente peligrosos que suponen los mayores niveles de riesgo para la salud y el medio ambiente mundial; las estimaciones sugieren que cada año, 385 millones de trabajadores y trabajadoras agrícolas sufren intoxicaciones agudas no intencionadas por plaguicidas, lo que equivale al 44% de la población mundial que trabaja en la tierra
- En junio de este año, la UITA fue signataria de una declaración conjunta que denunciaba el acuerdo FAO-CLI como una amenaza a "la integridad, credibilidad, imparcialidad, independencia y neutralidad de la FAO. Alinearse con la industria de los plaguicidas puede suponer un riesgo para su reputación y amenazar su capacidad para cumplir su mandato de reducir el hambre y apoyar a los agricultores y las comunidades rurales"
- El Relator Especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, Michael Fakhri, ha recomendado al Consejo de la FAO que "revise el acuerdo con CLI" y "considere la posibilidad de ordenar al Director General de la FAO que rescinda el acuerdo".
La presidenta del Grupo Profesional de Trabajadores y Trabajadoras Agrícolas de la UITA, Anja Westberg, declaró: "La CLI es parte del problema, no de la solución. La FAO debe reconocer su error, cortar los lazos con la CLI de inmediato y volver a centrar sus esfuerzos en el trabajo crítico de erradicar el hambre en el mundo."