Publicado: 17/05/2021

El 27 de enero de 2021, David MacLennan, director general de Cargill, recibió una carta del Relator Especial de la ONU, sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación, y del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de los derechos humanos y las empresas transnacionales y otras empresas comerciales. En la carta se pedía al Sr. MacLennan, entre otras cosas, que proporcionara información sobre las denuncias que el Relator Especial había recibido de la UITA sobre actuaciones abusivas de empresas en Turquía. El Sr. MacLennan tenía 60 días para responder antes de que la carta se hiciera pública. Tal vez no fue tiempo suficiente para que una empresa mundial indagara en los detalles y comprobara que su respuesta a la ONU era correcta, porque la información suministrada al Relator Especial era errónea en un dato clave y engañosa en varios otros.

  • El Relator de la ONU, Clement Nyaletsossi Voule, escribió a Cargill como parte de un procedimiento especial de la ONU para investigar las denuncias de abusos de los derechos humanos; el caso, presentado por la UITA, se refiere al derecho de trabajadores y trabajadoras en Cargill Turquía a pertenecer y representarse por la afiliada de la UITA, Tekgıda-İş, así como a las áreas deficientes de la legislación y la práctica turcas en relación con las normas internacionales y su aplicación.
  • Aunque en su respuesta al Relator Especial de las Naciones Unidas (disponible públicamente aquí), Cargill afirma que 7 despidos anteriores en 2012, 2014 y 2015 involucraron a trabajadores que “dejaron su trabajo en circunstancias particulares y donde ninguno de ellos ha sido discriminado por su afiliación sindical ”, esto simplemente no es cierto; Estos 7 trabajadores ganaron en 2015 y 2018 cuando la Corte Suprema de Turquía confirmó que ellos también habían sido despedidos en represalia por sus actividades sindicales.

Ya sea por no cumplir con su obligación de comprobar adecuadamente sus datos o por alterar deliberadamente los hechos que ya constan en su respuesta formal al representante de la ONU, Cargill está ocultando el hecho de que los despidos por actividad sindical han estado ocurriendo en Cargill Turquía desde 2012.

La secretaria general de la UITA, Sue Longley , dice: "Hay una manera fácil de que Cargill dé marcha atrás en Turquía y se ajuste a las normas internacionales que dice respetar públicamente. Negociar condiciones que permitan reincorporar a los trabajadores cuyos derechos fueron violados por Cargill Turquía y que quieren volver a trabajar".

Hay una manera fácil de que Cargill dé marcha atrás en Turquía y se ajuste a las normas internacionales que dice respetar públicamente. Negociar condiciones que permitan reincorporar a los trabajadores cuyos derechos fueron violados por Cargill Turquía y que quieren volver a trabajar
Sue Longley, Secretaria General de la UITA