Editorial: Nesprofits (Nesganancias) – ¿Qué más?
Nestlé, la mayor empresa mundial del sector alimentación, está nadando en dinero. Los resultados del 2009 recientemente anunciados muestran ventas que alcanzan USD 102.000 millones (94.600 millones en la principal división de alimentación y bebidas), ganancias operativas de 14.850 millones (más que el año anterior), márgenes (muy amados por los analistas financieros) que representan un envidiable 14,6%, y un asombroso incremento del 67% en flujo de efectivo, de los USD 6.810 millones en 2008 a 16.930 millones en 2009.
También está Nespresso, la estrella ascendente entre las marcas Nestlé, con un crecimiento en ventas de más del 22% el año pasado, unos USD 2.830 millones previstos en ventas este año y ¡sin competencia alguna! La expansión de este año llevará la experiencia “sensorial y de marca” Nespresso, al África subsahariana.
¿Dónde irá todo este dinero? ¡A recompra de acciones Nestlé, por supuesto! Nestlé gastará USD 9.460 millones comprando sus propias acciones este año con el único propósito de dirigir el enorme flujo de efectivo de la empresa directamente a las manos de los accionistas. La recompra de acciones, por supuesto también impulsan la compensación a los ejecutivos. El pasado año, el Director Ejecutivo Paul Bulcke, además de su “salario base” de casi 2 millones de dólares y una prima en efectivo de casi medio millón, obtuvo alrededor de USD 8 millones en diversos valores y opciones de compra de acciones. También percibió una contribución de tres cuartos de millón de dólares para futuros beneficios jubilatorios – más de lo que el más longevo trabajador retirado Nestlé pudiera esperar ver en su vejez.
¿Qué más? Aparte de las recompras, existe el desembolso de dividendos – un incremento del 14,3% por un desembolso total de más de USD 5.200 millones (en comparación con sólo 4.730 millones en 2008). Eso coloca la relación de desembolso por concepto de dividendos respecto a las utilidades, en más del 51%.
Los dividendos, en muchas grandes empresas, han tendido a disminuir ya que la recompra de acciones se ha convertido en el instrumento preferido para “reintegrar valor” a los accionistas. No así en Nestlé, donde el famoso “modelo Nestlé” triunfa en ambos aspectos.
En tanto la mayoría de los accionistas están encantados con los resultados, algunos desean saber un poquito más acerca de la naturaleza de las relaciones entre proveedores, de las que se jactan en el último folleto, “Creando valor compartido”. O, por qué, si a la compañía realmente “le preocupa” la “destrucción de los bosques tropicales y los campos de turba causada por las plantaciones de palma oleaginosa”, parecían más preocupados por la violación de derechos de propiedad intelectual que de su cadena de suministros en respuesta a la campaña de Greenpeace sobre la palma oleaginosa.
Los asesores en inversiones éticas, al leer el último “Creando valor compartido” pueden preguntarse por qué si la compañía adjudica tanta importancia a los Convenios de la OIT, Nestlé ha estado en el banquillo de los acusados ante la OCDE más veces que cualquier otra compañía por la violación, según la UITA, de aquellos Convenios y, por tanto, violando las Directivas para Empresas Multinacionales de la OCDE.
Otros están comenzando a cuestionar la famosa arrogancia de Nestlé, cuando el pasado setiembre a través del Presidente Brabeck amenazó retirarse de Suiza si el gobierno ni siquiera discutía ponerle tope a la remuneración de los ejecutivos. En la reciente reunión de accionistas, Brabeck declaró “Nestlé es importante para Suiza, pero déjenme también aseverar claramente que Suiza es importante para Nestlé. Este país tiene una clara ventaja como domicilio debido a su sistema jurídico flexible y bien balanceado”, idealmente adecuado para crear valor para los accionistas. Brabeck expresó su “confianza en que el parlamento suizo y el pueblo suizo hallarán una solución razonable a las reformas actualmente en discusión.” ¿Nespressure? – ¡Por supuesto! Nestlé es importante para Nestlé.
Esa misma arrogancia empresarial está haciendo que la dirección de Nestlé en Rusia ignore una solicitud formal en el parlamento federal ruso para que la compañía reintegre al perseguido dirigente sindical en Nestlé Waters cerca de Moscú y que detenga los ataques y comience a negociar con el sindicato del lugar. La misma arrogancia hace que la dirigencia de Nestlé en Indonesia ignore, desde hace más de dos años y medio, el reclamo que pide se negocien los salarios con el sindicato en la fábrica Nescafé en Panjang, Indonesia donde la empresa arguye que los salarios son un “secreto comercial”. Frente a la evidente ilegalidad de esta posición con respecto a los convenios de la OIT y los derechos laborales que proclama respetar, ahora Nestlé arrogantemente insiste en incluir, como condición para las negociaciones tanto tiempo postergadas, la participación de un ‘sindicato’ que creó y controla con el único propósito de debilitar al sindicato que ha liderado la lucha por los derechos laborales en la fábrica.
Y los trabajadores/as Nestlé de todo el mundo se preguntan, cada vez con mayor frecuencia, por qué cuando alrededor de 15.000 millones de dólares se adjudicarán a los accionistas este año, hay tan poco para invertir en los empleados/as, que son la columna vertebral de esta extremadamente rentable compañía.
Parece que Nespressure – exprimir a los trabajadores y suprimir sus derechos – continúa siendo parte integral del “modelo Nestlé”.