¿Vida después del suicidio? Nuevas semillas, nuevas amenazas

La UITA se complace en publicar el segundo de una serie de artículos sobre nuevas tecnologías agrícolas y de la alimentación y sus consecuencias elaborado por el Grupo ETC  (antes RAFI), una organización de la sociedad civil con la cual la UITA ha cooperado durante muchos años. En 1999, la UITA adhirió al llamado a establecer una moratoria sobre las semillas Terminator, semillas patentadas para ser estériles. La moratoria se ha mantenido, pero está bajo ataque.
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Pronto podrán aflorar semillas Terminator en un campo cercano. Las “semillas suicida” que mueren al momento de la cosecha (y requiere nuevas compras de semilla en cada época de siembra) han languidecido bajo la moratoria establecida por la ONU desde 2000 pero podrían ser legalizadas este año en Brasil, donde dos proyectos de ley que habían permanecido estancados en el Congreso brasileño durante años pueden incorporarse en la legislación por la puerta de atrás, en algún momento entre la Copa Mundial de la FIFA en junio y las elecciones nacionales de Brasil de comienzos de octubre.  Si cualquiera de los dos proyectos es aprobado, los diplomáticos brasileños actuarán en forma preventiva para evitar la condena mundial “reinterpretando” la moratoria cuando se celebre la reunión bienal de la Convención sobre Biodiversidad Biológica de las Naciones Unidas en Corea a mediados de octubre.  

Los impulsores y grupos de presión de Terminator están renovando la imagen de las semillas súper-redituables como una maniobra de bioseguridad para proteger a los cultivos alimentarios de los llamados cultivos “biorreactores” (vale decir, árboles y caña de azúcar con características genéticamente modificadas destinadas a plásticos, combustibles, productos farmacéuticos, etc.) que de otra forma podrían contaminar los alimentos.  

La consternación provocada por estos proyectos de ley brasileños ha llevado a la presentación de una petición mundial firmada por casi 69.000 personas y organizaciones. La medida de Brasil resulta tanto más deplorable por que el actual partido de gobierno ayudó a rechazar los intentos de las compañías multinacionales de semillas de anular la moratoria en 2006 cuando se reunió la Convención de la Diversidad Biológica en Curitiba, Brasil.

Al comienzo del nuevo milenio, las tres mayores compañías de semillas del mundo (Monsanto, DuPont y Syngenta), con 54% del mercado comercial mundial de semillas, fueron obligadas a prometer públicamente la no comercialización de Terminator. A pesar de esto, las mayores compañías de semillas – y algunos fitomejoradores públicos como la brasileña Embrapa (estrechamente conectada a las multinacionales) - ha continuado investigando la tecnología de semillas estériles, reivindicando patentes y desarrollando tecnologías aún más preocupantes.

En 2006, por ejemplo, el Grupo ETC descubrió solicitudes de patente para las semillas Zombie – semillas que mueren en el momento de la cosecha pero pueden ser resucitadas cuando se las baña con los productos químicos patentados por la compañía. Como una forma extrema de Terminator, las semillas Zombie también se ven afectadas por la moratoria.

Con el bloqueo de los consumidores aún firme contra las semillas transgénicas – y la moratoria a Terminator en vigor- las multinacionales están explorando otras vías para los réditos del monopolio.  Al menos otras nueve técnicas están siendo desarrolladas de manera activa y las compañías insisten en que las semillas no son transgénicas y no es necesario regularlas.

No todas las técnicas son nuevas, de hecho, algunas han estado presentes durante mucho tiempo como la mutagénesis química, por rayos gamma y rayos X que surgieron por primera vez durante la Guerra Fría. Todas estas técnicas pasan desapercibidas; todas se utilizan con fines comerciales; y ninguna está regulada de manera adecuada.

La técnica más reciente, biología sintética, tiene masivas repercusiones en el área de la salud, del medioambiente y de la economía para agricultores, procesadores de alimentos, trabajadores agrícolas y consumidores. Pero la estrategia más antigua para crear un transgénico “no transgénico” a través de la mutación por medio de rayos-X o gamma ha vuelto a estar vigente y merece atención inmediata.

Según La Agencia Internacional de Energía Atómica, la mutación inducida por exposición a rayos-x y gamma la comenzaron los holandeses en Indonesia hace 80 años. Durante la Guerra Fría, los creadores se describían a sí mismos como "Frankensteins" y a sus parcelas las llamaban "jardines Gamma". La reproducción por radiación menguó y estaba despareciendo alrededor de 1990 cuando los transgénicos aparecieron por primera vez.  Al encontrar oposición los transgénicos, la mutación por radiación se reanudó sigilosamente. En 2013, Bloomberg News calculaba que se habían comercializado 3000 variedades vegetales que involucran 200 cultivos.  La reproducción inducida por radiación tiene un importante papel en la producción de trigo durum (pasta) de Italia, la producción de cebada casi en todas partes, porotos de soja y arroz en China y Asia sudoriental y trigo resistente a la roya en África oriental. El año pasado, al menos 31 países participaron en la reproducción por radiación - cuatro más que los que autorizan transgénicos. En 2004, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos advertía que las técnicas de reproducción por radiación requieren tanto o más escrutinio que los transgénicos “convencionales”, porque el bombardeo de rayos gamma puede causar muchas más mutaciones que las transferencias de genes de la biotecnología.
 
El futuro de Terminator puede cambiar con las elecciones de octubre en Brasil. Puede que se deba incluir a Terminator y las otras nuevas tecnologías de reproducción en la agenda de la Convención sobre Diversidad Biológica, también este octubre.  El Protocolo de Cartagena puede ser aplicable. Es igualmente crucial que estas tecnologías estén en la agenda del Comité Mundial sobre Seguridad Alimentaria de las Naciones Unidas cuando, en octubre, se reúna en Roma.