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El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación reclama medidas que limiten la especulación con productos alimentarios

20.10.10 News
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¿Estamos viendo una repetición de la hiperinflación del 2008 en el precio de los alimentos básicos que forzó a cientos de millones de personas que ya vivían al borde del hambre, a unirse a las filas de los que las sufrían de manera aguda?

Durante los últimos tres meses el precio a futuro de las operaciones de maíz en el Cámara de Comercio de Chicago aumentó un 70%. En julio, el fondo de recursos Armajor adquirió en una sola transacción comercial una cantidad de granos de cacao equivalente al 7% de la producción mundial, ayudando a elevar los precios del cacao a los niveles más elevados de las últimas tres décadas. Armajor acaparó, de hecho, el mercado mundial de granos de cacao almacenados. En setiembre, la policía antimotines abrió fuego sobre los manifestantes en Maputo, Mozambique que protestaban contra el aumento del precio del pan, matando al menos a 13 personas.  El 12 de octubre, la gigantesca empresa de productos básicos y procesamiento primario,  Cargill, anunció un incremento del 68% en sus ganancias trimestrales: "Nuestros resultados se deben principalmente a los segmentos de ingredientes alimentarios, comercio y procesamiento de productos básicos, que experimentaron un resurgimiento  de la volatilidad en todos los mercados de productos agrícolas". Los fondos de materias primas, informa el International Herald Tribune, "están  acumulando dinero en un momento en que, a menudo, las reservas se tambalean y los bonos ofrecen magras ganancias. Este año, hasta setiembre, los inversores capitalizaron USD 18.300 millones en oferta de productos básicos, frente a los USD 11.900 millones de los primeros nueve meses del 2009". Los precios mundiales de los alimentos, según la FAO, se encuentran en su nivel más alto desde setiembre del 2008 – a pesar que las proyecciones para la producción de cereales para este año serán las terceras mayores de la historia.

Un nuevo informe del Relator Especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier De Schutter, analiza el estado de la especulación en la acelerada volatilidad e hiperinflación de los precios de los productos alimentarios básicos en la "crisis del costo de los alimentos" de 2007/8. Concluye en que la evidencia demuestra que "grandes y poderosos inversores institucionales como los fondos de cobertura, los fondos de pensión y bancos de inversión jugaron un importante papel al ingresar en los mercados de derivados basados en materias primas alimentarias". El ingreso masivo de estos nuevos actores en los mercados, según el informe, "fue posible debido a la liberalización de importantes mercados de derivados de productos básicos, desde comienzos del 2000. Estos factores aun deben ser abordados en su totalidad y en esa medida aún son capaces de fomentar el incremento de los precios más allá de aquellos niveles que podrían estar justificados por los movimientos de la oferta y de la demanda. Por lo tanto, es urgentemente necesaria una reforma fundamental del sector financiero mundial al más amplio nivel, a fin de prevenir otra crisis en el precio de los alimentos".

El informe proporciona un claro análisis sobre cómo la liberalización del mercado financiero crea un mundo en el cual el precio de los alimentos virtuales, comercializados mediante exóticos instrumentos financieros, puede provocar movimientos en el precio de los alimentos reales – y de esta manera aumentar el número de personas que sufren hambre, que en el año 2008 sobrepasó el los mil millones de personas de personas.  Brinda propuestas concretas para nuevas reglamentaciones. Evalúa el impacto potencial de la reforma legislativa Dodd-Frank de mercados de futuros en los EE.UU. (que brinda un período de gracia y aún no ha entrado en vigor), y advierte que los países que acogen otros importantes centros de intercambio financiero deben proyectar reglamentaciones similares.

El informe sirve como un enérgico recordatorio de que la obligación de los estados a contribuir con la realización del derecho de sus ciudadanos a los alimentos, necesariamente implica medidas que aseguren que los mercados financieros no socaven este derecho.  El informe del Relator Especial también destaca la importancia del restablecimiento de las reservas alimentarias mundiales, como un instrumento necesario para reducir las condiciones volátiles del mercado que alimentan burbujas financieras: "Las soluciones normativas que son necesarias para evitar otra crisis deben abordar tanto los problemas que afectan las bases fundamentales de los mercados financieros como las condiciones bajo las cuales se permite la especulación en artículos alimentarios esenciales, exacerbando así el efecto de aquellos movimientos en los fundamentos del mercado".

En junio de 2008, el Secretario General de la UITA, Ron Oswald dijo ante una sesión especial de la Conferencia Internacional del Trabajo sobre la crisis alimentaria   en la OIT en Ginebra, que "La FAO considera que la especulación no juega un papel de importancia en la elevación de los precios, pero mientras tanto, los fondos de inversión apuestan cientos de miles de millones de dólares  a los precios más elevados, creando una burbuja que eleva los precios. Fue exclusivamente la especulación la que incitó la suba del 31% en el precio del arroz a futuro, en unas pocas horas el 31 de marzo. Los precios minoristas siguen la tendencia y las consecuencias pueden ser fatales. Como manifestó recientemente Tom Giessel, un granjero cultivador de trigo estadounidense: "Estamos convirtiendo todo en activos y perdiendo de vista que se trata de alimentos, algo que la gente necesita. Estamos comerciando con la vida". El capital riesgo/inversión y los fondos de cobertura –inversores que se concentran en altos rendimientos a corto plazo – se han expandido más allá de los mercados de futuros y en este momento están volcando miles de millones en la adquisición de tierras cultivables, insumos e infraestructura.

"Las fuerzas que generan el hambre no suceden por sí solas", dijo Oswald – "uno hace que sucedan. Si las reservas mundiales de cereales son escasas, la razón es que los gobiernos fueron sistemáticamente presionados, influenciados, extorsionados y seducidos a venderlas, privatizando de tal modo un mecanismo esencial para administrar el abastecimiento. En la actualidad, las grandes compañías administran las reservas de alimentos del planeta. No fue simplemente que la investigación agrícola con financiamiento público "declinó" – fue desmantelada conscientemente bajo la mirada vigilante del Banco Mundial".

Este análisis se ve apoyado por el informe de De Schutter, cuyo trabajo durante su mandato brindó muchos indicadores prácticos para la acción – por parte de los estados, pero también de los sindicatos – a fin de asegurar que los gobiernos cumplan activamente con sus obligaciones según las leyes internacionales de derechos humanos que garantizan el derecho a los alimentos.

Especulación Agrícola y la Crisis Alimentaria se encuentra disponible en el sitio web del Relator Especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, en inglés, francés y español.