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Relator Especial de la ONU hace sonar una alerta de derechos humanos sobre la exposición tóxica en el trabajo

01.10.18 Editorial
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El relator especial de las Naciones Unidas, Baskut Tuncak, presentó un impactante informe del Consejo de Derechos Humanos sobre las implicaciones para los derechos humanos de la exposición a sustancias tóxicas en el lugar de trabajo que enferma y mata a millones de trabajadoras y trabajadores cada año. El informe detalla las múltiples violaciones de los derechos humanos que sustentan esta gran amenaza a la vida y la salud de trabajadoras y trabajadores. Destaca la retirada general de los gobiernos de sus compromisos internacionales de garantizar un entorno de trabajo seguro, a menudo bajo presión empresarial organizada. Expone la violación de derechos en la base del régimen de 'seguridad basada en el comportamiento' cada vez más dominante que asigna la responsabilidad de la seguridad laboral a trabajadoras y trabajadores en lugar de a los empleadores. Y ofrece una serie de principios basados en los derechos alrededor de los cuales los sindicatos pueden organizarse y luchar.

“Toda persona tiene derecho a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo”,  derecho afirmado en la Declaración Universal de Derechos Humanos (Artículo 23) y desarrollado en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, instrumentos ratificados por la gran mayoría de los gobiernos del mundo. Ello incluye el derecho de todas las personas a un lugar de trabajo seguro y saludable.

El derecho a un trabajo seguro y saludable, enfatiza el informe, es un derecho en sí mismo, pero también un derecho que abarca otros derechos interrelacionados, porque los derechos humanos son indivisibles. Está incluido el derecho de todos los trabajadores y trabajadoras a la información completa sobre el efecto de la exposición ocupacional a sustancias tóxicas y otras sustancias peligrosas y su derecho a negarse a realizar trabajos peligrosos sin dar consentimiento previo e informado. El informe subraya que "el derecho al trabajo seguro y saludable es inseparable de la libertad de asociación, el derecho a organizarse y el derecho a la negociación colectiva", que son indispensables para la autodefensa de los trabajadores.

Respetar, proteger y promover estos derechos conlleva obligaciones correspondientes por parte de gobiernos y empleadores. La incumplimiento generalizado de los gobiernos de sus obligaciones se expresa en cifras: a nivel mundial, muere un trabajador cada 15 segundos por haber estado expuesto a sustancias tóxicas en el trabajo. La cantidad mundial de víctimas fatales, que sin duda subestima el impacto real debido a la falta de datos integrales (otra falla de los gobiernos), es de más de 2,7 millones de vidas de trabajadores al año. Los gobiernos también se han retirado de supervisar con eficacia la creciente cantidad de sustancias tóxicas que invaden nuestros lugares de trabajo y violan nuestros derechos fundamentales, al igual que se han retirado de la aplicación de protecciones laborales y de garantizar derechos sindicales básicos, como los derechos a la información, la libertad de asociación y la negociación colectiva.

El informe presenta un conjunto de 15 principios, relacionados con el marco de derechos humanos de las Naciones Unidas, que actualmente obligan a gobiernos y empresas, a partir de instrumentos internacionales de derechos humanos ya existentes que han sido ampliamente ratificados, a respetar, proteger y cumplir con los derechos humanos de los trabajadores que han sido vulnerados por su exposición ocupacional a sustancias tóxicas. Implican, entre otras medidas, la necesidad de una reparación efectiva para trabajadoras, trabajadores, sus familias y comunidades desde el momento de la exposición; el fin de la "confidencialidad" de las empresas como base para negarse a proporcionar información disponible sobre peligros conocidos y potenciales; y la aplicación estricta de la responsabilidad penal, incluida la responsabilidad por la exposición extraterritorial a materiales tóxicos como resultado de la subcontratación de empresas o la reubicación del trabajo peligroso y tóxico en países con una protección menos efectiva. El informe defiende la jerarquía de controles de peligro como norma internacional; eliminar el peligro debe ser la prioridad en todos los casos.

"La exposición de los trabajadores a sustancias tóxicas", concluye el informe, "puede y debe considerarse una forma de explotación", y pone de relieve los mayores riesgos de explotación de grupos vulnerables de trabajadores: migrantes, mujeres, trabajadores en sectores como la agricultura, donde abundan el trabajo infantil y los productos químicos tóxicos, trabajadores precarios y trabajadores de la economía informal.

A pesar de varios Convenios de la OIT sobre salud y seguridad excelentes (insuficientemente ratificados y aplicados, señala el informe), es sintomático de la retirada generalizada que el derecho a un lugar de trabajo seguro y saludable no figure entre los derechos fundamentales establecidos por la OIT en su Declaración de 1998 sobre los principios y derechos fundamentales en el trabajo. La exposición a sustancias tóxicas está ausente de los Indicadores de Trabajo Decente de la OIT, que hacen referencia a las lesiones ocupacionales pero excluyen explícitamente las enfermedades ocupacionales resultantes de la exposición tóxica.

La urgencia de los tiempos requiere una acción urgente; los trabajadores se enfrentan a una impresionante crisis de salud pública como resultado de la exposición a sustancias químicas tóxicas y otras sustancias peligrosas en su trabajo.

El Relator Especial de la ONU sobre las implicaciones para los derechos humanos de la gestión y eliminación ecológicamente racionales de las sustancias y los desechos peligrosos ha elaborado un llamado a la acción. La UITA contribuyó con el informe y trabajará para su difusión, adopción e implementación.

El informe es conciso, accesible y se encuentra disponible en árabe, chino, francés, ruso
y español además de inglés. Las organizaciones sindicales tendrían que usar al máximo este nuevo e importante recurso.