El movimiento sindical mundial vuelve a hacer un llamamiento a la solidaridad con el movimiento sindical filipino y su lucha por defender la democracia y los derechos de los trabajadores y las trabajadoras.
En una declaración conjunta con motivo del Día de Acción Mundial (30 de noviembre), se condenan los incesantes ataques del gobierno del presidente Duterte contra los sindicatos, los medios de comunicación y las y los periodistas independientes, personalidades políticas de la oposición y activistas de derechos humanos.
En particular, la declaración condena el creciente uso de la "etiqueta roja", práctica que consiste en etiquetar a personas o grupos como comunistas o terroristas, convirtiéndolas en objeto de amenazas y violencia y, en algunos casos, actuando como sentencia de muerte. Pide al gobierno de Filipinas "que ponga fin a sus violaciones de los derechos humanos y se reincorpore a la familia de las naciones democráticas".
Concluye: "Ya es hora de que el mundo reaccione. Los gobiernos, individual y colectivamente, deben dejar claro que no van a consentir o condonar las atrocidades del gobierno con acuerdos económicos favorables o de otro tipo. Las empresas deben respetar las normas universales de derechos humanos en Filipinas, incluso en sus cadenas de suministro, en lugar de aprovecharse de leyes débiles y mal aplicadas".
