La UITA, sus afiliadas y los defensores de los derechos humanos de todo el mundo han señalado repetidamente a la atención de The Coca-Cola Company las violaciones de los derechos en Haití, Irlanda y Filipinas. Seguimos exigiendo a la compañía que ponga remedio a las violaciones de los derechos humanos dentro del Sistema Coca-Cola y, sin embargo, hoy en día, estos abusos continúan en plena violación de las normas de derechos humanos internacionalmente reconocidas. A continuación se resumen los detalles de las violaciones de los derechos humanos en estos tres países.
Haití
El embotellador de Coca-Cola, La Brasserie de la Couronne, sigue negando sistemáticamente a trabajadores y trabajadorassu derecho a formar y ser representado por un sindicato, el SYTBRACOUR, afiliado a la UITA. Haití es un lugar peligroso para vivir y trabajar. Las empresas deberían, como mínimo, estar atentas a esta situación y ejercer la máxima diligencia. En julio de 2019, un conductor de camión de Coca-Cola fue disparado en su vehículo mientras trabajaba. La empresa Coca-Cola no ha llevado a cabo ninguna investigación independiente significativa sobre este asesinato, optando en su lugar por confiar en una versión engañosa de los hechos proporcionada por su embotellador local, que pretendía trasladar la culpa al conductor. Las investigaciones posteriores de la UITA sobre este caso han exonerado al conductor y han puesto de manifiesto el cruel desprecio por la verdad por parte de la embotelladora de Coca-Cola y de The Coca-Cola Company.
Irlanda
La Compañía Coca-Cola cerró dos de sus plantas de concentrados de propiedad directa, ambas fuertemente sindicalizadas, y trasladó la producción a su planta restante en Ballina, donde se niega a participar en la negociación colectiva con la SIPTU, afiliada a la UITA. El rechazo de Coke a los derechos de negociación colectiva se opone a la recomendación del Tribunal Laboral de Irlanda de que SIPTU pueda "comprometerse con la empresa a negociar los términos y condiciones de empleo en nombre de sus miembros". La dirección de Coke en Ballina se niega a aceptar esta recomendación y a reconocer los derechos de negociación colectiva del sindicato y de sus miembros.
Filipinas
La dirección de Coca-Cola está aprovechando la emergencia del coronavirus para atacar a los dirigentes sindicales de la FCCU-SENTRO, afiliada a la UITA, e intimidar a sus miembros con despidos, procedimientos disciplinarios y el uso del poder policial. Las operaciones de Coca-Cola en Filipinas son totalmente propiedad de The Coca-Cola Company en Atlanta, Estados Unidos. La responsabilidad de la intimidación, los despidos y las amenazas a nuestro afiliado y sus miembros recae directamente en The Coca-Cola Company.
¿Cuál es la próxima parada de Coca-Cola en la gira mundial de violaciones de los derechos humanos?