El sábado 16 de octubre, miles de trabajadores y trabajadoras, incluidas muchas afiliadas a la UITA, salieron a las calles en varias ciudades europeas para defender la democracia y los valores de la Constitución italiana después del ataque fascista del 9 de octubre a la sede de la CGIL, una de las tres confederaciones sindicales de Italia. La UITA envió cartas de solidaridad a las afiliadas de la CGIL y se unió a la protesta en Ginebra.
Con el pretexto de protestar contra las medidas sanitarias del gobierno, un grupo de matones de extrema derecha irrumpió en las oficinas del sindicato y las destruyó, un escalofriante recuerdo de hace 100 años en Italia, cuando el recién fundado partido fascista comenzó sus asaltos a las sedes sindicales y poco después tomó el poder. La manifestación fue organizada por las tres confederaciones, CGIL, CISL y UIL, para reafirmar los valores de la democracia y defender la Constitución italiana nacida tras la derrota del fascismo. En su discurso en la manifestación, Maurizio Landini, Secretario General de la CGIL, hizo un llamamiento:
- Prohibición de las organizaciones fascistas por parte del Gobierno italiano
- Un nuevo modelo social más inclusivo que valore los empleos seguros frente a los precarios
- Fin de los feminicidios y justicia para Giulio Regeni, el joven investigador universitario asesinado bárbaramente en Egipto en 2016
"Cultura, trabajo decente y futuro: así se combate la oscuridad que acecha al fascismo", declaró Maurizio Landini, Secretario General de la CGIL.
