Publicado: 01/09/2021

Dado que la violencia contra sindicalistas sigue aumentando en Filipinas, las organizaciones regionales de Asia/Pacífico de las Federaciones Sindicales Internacionales han emitido una nueva declaración en la que piden al "Gobierno de Filipinas, bajo la asistencia técnica y la orientación de la OIT, que tome medidas inmediatas para aplicar medidas efectivas que pongan fin a la violencia contra trabajadores y trabajadoras y garanticen los derechos protegidos por el Convenio nº 87 de la OIT".

  • En junio de 2019, tras un informe de los sindicatos filipinos a la Conferencia Internacional del Trabajo, la Comisión de Aplicación de Normas de la OIT solicitó que el Gobierno de Filipinas aceptara una "misión tripartita de alto nivel". Lamentablemente, debido a las restricciones de la COVID-19, es improbable que la misión se lleve a cabo hasta 2022. Mientras tanto, la violencia y la represión contra los sindicalistas se intensifica.
  • En julio de 2020, cuando el régimen de Duterte aprobó su llamada "Ley antiterrorista", el Consejo Global Unions (CGU) emitió una declaración condenando la ley: "Filipinas no necesita otro instrumento legal para legitimar las detenciones ilegales y las ejecuciones extrajudiciales".
  • El 30 de noviembre de 2020, en el Día de Acción Mundial para defender la democracia y los derechos sindicales en Filipinas, la declaración del CGU se centró en el fin de la etiqueta roja, la práctica de señalar a los sindicalistas como comunistas o terroristas.

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El Secretario Regional de la UITA para Asia/Pacífico, Hidayat Greenfield, declaró: "Este entorno de miedo está deliberadamente orquestado por los órganos del Gobierno -que actúan con impunidad- para restringir y socavar la actividad sindical. En este ambiente de miedo, los miembros de los sindicatos han renunciado a sus sindicatos y los trabajadores y trabajadoras no organizados han tenido demasiado miedo para votar a favor de los sindicatos. Esto refleja el completo fracaso del Gobierno a la hora de asegurar que los derechos garantizados en el Convenio nº 87 de la OIT sean accesibles a trabajadores y trabajadoras en Filipinas".

Este entorno de miedo está deliberadamente orquestado por los órganos del Gobierno -que actúan con impunidad- para restringir y socavar la actividad sindical. En este ambiente de miedo, los miembros de los sindicatos han renunciado a sus sindicatos y los trabajadores y trabajadoras no organizados han tenido demasiado miedo para votar a favor de los sindicatos. Esto refleja el completo fracaso del Gobierno a la hora de asegurar que los derechos garantizados en el Convenio nº 87 de la OIT sean accesibles a trabajadores y trabajadoras en Filipinas.
Hidayat Greenfield, Secretario Regional de la UITA para Asia/Pacífico