Han pasado 25 años desde la adopción del Convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil en junio de 1999. A pesar de la ratificación universal del convenio en 2020, todavía hay 112 millones de niños que trabajan en la agricultura. En este Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la UITA hace un llamamiento para que se tomen medidas urgentes y eficaces sobre los compromisos de los gobiernos y las responsabilidades de las empresas para abordar las causas subyacentes del trabajo infantil en la agricultura e introducir normativas que limiten las prácticas que fomentan el trabajo infantil.
En la agricultura, los sistemas de salarios a destajo y por cuotas fomentan el trabajo infantil en granjas y plantaciones porque las elevadas cuotas diarias por pieza empujan a personas trabajadoras más allá de sus límites físicos; Las hijas y los hijos de las personas trabajadoras intervienen para ayudar a sus padres a cumplir las cuotas diarias para que no pierdan su trabajo. Además, las prácticas de compra de la cadena de suministro global fomentan el trabajo infantil, porque quienes compran no pagan lo suficiente por los cultivos para garantizar que las personas trabajadoras en la agricultura reciban un salario digno. Por último, las violaciones endémicas de los derechos fundamentales de las personas trabajadoras a la libertad de asociación y a la negociación colectiva garantizan que millones de personas no puedan negociar colectivamente salarios dignos. A pesar de los amplios compromisos, así como de los instrumentos para la erradicación del trabajo infantil, necesitamos actuar.
En este día conmemorativo, la UITA vuelve a hacer un llamamiento a la acción:
- Los gobiernos, los empresarios y los sindicatos deben trabajar eficazmente para poner en práctica el Llamamiento a la Acción de Durban, que incluye la exigencia fundamental de acabar con el trabajo infantil en la agricultura.
- Los gobiernos, los empresarios y los sindicatos deben trabajar urgentemente para garantizar el respeto de los derechos fundamentales de personas trabajadorasy la abolición del trabajo infantil, tal y como se acordó en las directrices políticas de la OIT para la promoción del trabajo decente en el sector agroalimentario .
