Los repartidores de comida a domicilio, cuya cantidad aumentó durante la pandemia, luchan por un trabajo decente en un sector caracterizado por el falso autoempleo, los bajos salarios y los peligros para la salud y la seguridad. A medida que ha aumentado la demanda de reparto de alimentos a domicilio, también lo ha hecho la demanda de justicia:
- En Israel, la Histadrut, la Federación General del Trabajo, ha lanzado una campaña en línea contra 10bis, que hace parte de la empresa holandesa de reparto de comida a domicilio Just Eat Takeaway.com, por negar a sus trabajadores/as el derecho a sindicarse; pulse AQUÍ para apoyar la campaña de LabourStart/Histadrut por el derecho de sindicación de trabajadores/as en 10bis.
- En España, el Reino Unido y Finlandia, los tribunales han dictaminado que el personal de la plataforma deben ser considerados y consideradas como trabajadores/as con todas las protecciones sociales necesarias, mientras que en Italia, un fiscal ha ordenado a Just Eat, Uber Eats, Glovo y Deliveroo que contraten a unos 60.000 trabajadores/as que antes eran considerados y consideradas como autónomos y autónomas.
- En Suecia y Dinamarca se han firmado convenios colectivos innovadores con empresas de reparto de alimentos.