En el Día Internacional de la Democracia, 7 meses después de que la dictadura militar diera un golpe de estado en Myanmar, el Comité Ejecutivo de la UITA pide el retorno inmediato a la democracia, así como el fin de la violencia diaria contra quienes defienden los derechos humanos, incluidos los y las sindicalistas.
En su reunión anual, celebrada de nuevo de forma virtual, la CE adoptó una resolución en la que se pide a todos los gobiernos presentes en la 76ª Asamblea General de las Naciones Unidas, que se celebra actualmente en Nueva York, que rechacen el Consejo de Administración del Estado (SAC) militar y reconozcan al Gobierno de Unidad Nacional (NUG) como gobierno democrático de Myanmar.
La resolución también pide:
- una mayor acción a nivel internacional para detener el comercio de armas con el gobierno militar e imponer sanciones económicas a todos los líderes militares y sus intereses comerciales
- sanciones selectivas contra todas las empresas involucradas con negocios militares o los compinches de los militares identificados en el informe de derechos humanos de la ONU de 2019 como empresas que financian a los militares y los crímenes contra la humanidad
La UITA se ha unido a otros sindicatos mundiales y a LabourStart para lanzar una petición en la que se pide a la Asamblea General de las Naciones Unidas que deniegue las credenciales a la dictadura militar y reconozca al Gobierno de Unidad Nacional.
El Comité Ejecutivo de la UITA:
Condena el golpe militar de 1° de febrero de 2021 en Myanmar y la violenta represión de derechos y libertades en todo el país, incluido el asesinato de 1.080 manifestantes y la detención de más de 8.048 que se unieron al Movimiento de Desobediencia Civil, con más de 6.398 personas todavía presas;
Condena asimismo las acusaciones de subversión y alta traición contra 1.984 personas defensoras de los derechos humanos, incluidos dirigentes y miembros sindicales, y la criminalización de 16 organizaciones sindicales y laborales;
Expresa su indignación por el bombardeo militar de ciudades y pueblos y por el reciente despliegue de tropas y la intensificación de las operaciones militares en varios estados y regiones, como el estado de Chin, el estado de Rakhine, el estado de Shan, el estado de Kachin, el estado de Karen y la región de Taninthari, a costa de innumerables vidas;
Acoge con satisfacción la carta de democracia federal del Gobierno de Unidad Nacional y su claro compromiso de incluir a todos los grupos étnicos en la gobernanza democrática de Myanmar y de poner fin a las políticas racistas y discriminatorias de gobiernos anteriores;
Se congratula asimismo por el compromiso del Gobierno de Unidad Nacional de introducir las políticas y reformas necesarias para garantizar los derechos sindicales fundamentales, así como el derecho a la libertad de reunión y de expresión que es necesario para que trabajadoras y trabajadores puedan ejercer sus derechos sindicales;
Exhorta a todos los gobiernos a rechazar al Consejo de Administración del Estado militar en la 76ª Asamblea General de las Naciones Unidas y reconocer al Gobierno de Unidad Nacional como el gobierno democrático que representa al pueblo de Myanmar;
Insta además a una mayor acción internacional para detener el comercio de armas con el gobierno militar que está armando al régimen contra su pueblo e imponer sanciones económicas a todos los líderes militares y sus negocios;
Apoya las sanciones selectivas contra todas las empresas involucradas con negocios militares o secuaces de los militares identificados en el informe de Derechos Humanos de la ONU de 2019 como empresas que financian a las fuerzas armadas y los crímenes de lesa humanidad;
Hace extensiva su solidaridad a todas las personas trabajadoras de Myanmar en esta lucha por la democracia y transmite especialmente a los miembros de la UITA elogios por su valentía, determinación y apoyo incondicional en este momento extremadamente difícil;
Señala que el Día Internacional de la Democracia es un día importante de acción sindical internacional que debe continuar más allá del 15 de septiembre con un compromiso más coherente y consecuente de los sindicatos a nivel mundial para apoyar la lucha por la democracia en Myanmar y el fin del régimen militar.