Publicado: 30/04/2022

Guerra. Pandemia. Crisis climática. Autoritarismo. Desigualdad.

Con tantas crisis entrelazadas y aceleradas, sería racional recibir este Primero de Mayo con el corazón apesadumbrado y una perspectiva sombría. Y sin embargo, nuestra historia, nuestro presente y nuestro futuro, ¡son una fuente de inspiración y esperanza cuando nos reunimos para celebrar nuestro día!

A pesar de los muchos retos que ha planteado la COVID en los dos últimos años, hemos trabajado duro para seguir conectados. Luchamos y aprendimos a utilizar las nuevas tecnologías para continuar nuestra lucha por los derechos. Soportamos las frustraciones del acceso desigual a Internet para construir el movimiento en todo el mundo. Insistimos en mantener nuestras redes y actividades en línea incluso cuando anhelábamos la conexión humana que tan a menudo se pierde en el ámbito virtual. Nos apoyamos en nuestros 102 años de historia para mantenernos fuertes y centrados como hicieron nuestros compañeros y compañeras del pasado a pesar de sus pandemias, guerras mundiales e innumerables crisis. Y aunque el progreso es siempre desigual e incompleto, seguimos avanzando: los sindicatos se organizaron y obtuvieron su reconocimiento, se negociaron y firmaron convenios colectivos, se liberó a los sindicalistas encarcelados, se dieron pasos hacia la igualdad de derechos para todos los trabajadores y trabajadoras, se celebraron formaciones y debates tanto para sindicalistas experimentados como para los nuevos.

Nuestro presente está igualmente desbordado de luchas, pero recordamos que estas batallas nos brindan no sólo la ocasión de ganar para trabajadores y trabajadoras en todo el mundo, sino también de preparar a la próxima generación. Ya sea la lucha por preservar las leyes de salud y seguridad laboral para los trabajadores y trabajadoras de la carne en Brasil, la lucha por el reconocimiento sindical y un contrato para el personal del hotel NagaWorld en Camboya, la lucha contra el acoso sexual y la violencia de género en las plantaciones de Malawi, la lucha por trabajadores y trabajadoras de la comida rápida desde McDonald's hasta Starbucks en Europa y América del Norte, o la lucha por los derechos sindicales y leyes laborales sólidas en las Bermudas, volvemos a comprometernos con estos combates entre muchos otros. Todos ellos hacen avanzar al movimiento.

En este Primero de Mayo, nuestros pensamientos se dirigen inevitablemente a nuestros compañeras y compañeros en Ucrania, que luchan y mueren por defender la democracia, la autodeterminación y el Estado de Derecho. Sin embargo, Ucrania no está sola en estas luchas: en Myanmar, Hong Kong, Filipinas, Brasil, Argelia, África Occidental, Belarús y Rusia, trabajadores y trabajadoras luchan para defender sus derechos y la democracia. La UITA está con el pueblo de Ucrania y con todos los que luchan contra las fuerzas del autoritarismo y la militarización en este Primero de Mayo. Nos comprometemos nuevamente a apoyar estas luchas hasta que todos los pueblos, incluido el pueblo de Ucrania, vuelvan a ser libres.

Incluso mientras estas crisis se arremolinan, aprendemos de la lucha. A través de nuestras luchas surgen nuevos líderes, los lazos de solidaridad internacional se fortalecen gracias a nuestras campañas, la salud y la seguridad laboral están más cerca que nunca de ser un derecho fundamental en el trabajo. Juntos lucharemos cada día por las personas y el planeta antes que por los beneficios.

¡Feliz Primero de Mayo, compañerasy compañeros! ¡Solidaridad para siempre!

 

A través de nuestras luchas surgen nuevos líderes, se refuerzan los lazos de solidaridad internacional gracias a nuestras campañas, la salud y la seguridad laboral están más cerca que nunca de ser un derecho fundamental en el trabajo. Juntos lucharemos cada día por las personas y el planeta antes que por los beneficios. ¡Feliz Primero de Mayo, compañeras y compañeros! ¡Solidaridad para siempre!